La Gala de la Fundación Starlite es uno de los eventos más esperados del panorama marbellí verano tras verano. Este domingo se ha celebrado su decimotercera edición y, lejos de supersticiones, sus anfitriones condujeron una velada fantástica donde se premió a diferentes personalidades por su compromiso social y donde se recaudaron miles de euros a través de una subasta muy especial.
Antonio Banderas llegó a la gala a bordo de un Ford F-150 Lightning, un vehículo eléctrico que se ha convertido en el más vendido de Estados Unidos y que ya enamoró a Biden en su día, cuando declaró que "este cacharro es rápido".
El coche ha sido traído especialmente para la ocasión y pasará una semana en España, donde hasta el momento no se comercializa. Banderas ha repetido en varias ocasiones que quería que se lo regalaran, pero hasta lo que sabemos, lo único que ha conseguido ha sido firmar otro modelo, el Mustang Mach-E GT, de "color azafrán", en sus propias palabras, puesto que Ford colabora año tras año con la Fundación Starlite.
Algo más tarde de las 22.30, tras una larga alfombra roja, los tres presentadores se hicieron con el escenario: Valeria Mazza, Iván Sánchez y Luján Argüelles. Los más de 400 asistentes rodeaban el escenario en sus mesas mientras cenaban -la mayoría había pagado 1.000 euros por el cubierto que van destinados a la fundación de Banderas y García-Sanjuán-.
"Todo esto empezó cuando decidimos trabajar menos para nosotros y más para los demás. Lo que hemos logrado en 13 años es impensable", declaraba la creadora de Starlite en la gala, emocionada. La Fundación Starlite es una plataforma filantrópica del propio Grupo Starlite, que busca ofrecer oportunidades en formación, inclusión y desarrollo a aquellas personas, familias y comunidades que más lo necesitan. Para ello, necesitan el apoyo de empresarios, personalidades y artistas que colaboran activamente con ellos, sobre todo en su evento principal, la gala que se celebraba este domingo.
Durante la gala se premió la labor social de Ainhoa Arteta, Carla Pereyra, Chucho Valdés, Roland Joffé, Diego Boneta, Alejandra Gere y Andrea Bocelli, pero sin embargo, el momento de la noche fue para una emocionada Ana Obregón, que recogió el premio por su implicación personal en diferentes causas benéficas. La última, "el sueño que mi hijo siempre tuvo", la Fundación Aless Lequio.
Obregón no pudo evitar las lágrimas al hablar de su hijo. "Este premio es de mi hijo porque él me ha enseñado a ser mejor persona, a tener otros valores en la vida, el más importante de ellos: la solidaridad. Aless, este premio va por ti", afirmó Obregón encima del escenario bajo la atenta mirada de Santiago Segura, quien le confesó a Ana que recibía ese premio "porque te lo mereces y punto".
Arteta, con el outfit más arriesgado de la noche, hecho a mano con tul y pedrería de mil colores, también llegó a los corazones de los presentes. "Yo hoy llevo este vestido, pero el año pasado tenía una bata en la UCI", declaró. El vestido que llevó a la gala fue subastado y posteriormente adjudicado a Antonio Banderas por 15.000 euros con el objetivo de "poder darle uso en un escenario pronto". "¡Hay proyectos, hay proyectos!", apuntaba Sandra García-Sanjuán.
Por su parte, Richard Gere cedió todo el protagonismo a su mujer, Alejandra Gere, quien recogía el premio por su labor en las fundaciones Hogar Sí, en defensa de las personas sin techo, y Open Arms. Richard se mostró "orgulloso" de su mujer y repitió en un par de ocasiones que él simplemente era el marido de Alejandra, que "la protagonista es ella". La propia Alejandra, además, quiso invitar al escenario a dos representantes de las asociaciones para darles su momento especial.
Carla Pereyra también tuvo un vídeo de su pareja, el Cholo Simeone, quien también se mostró agradecido y orgulloso de la labor de esta, que lleva ocho años promoviendo y liderando la campaña anual 'Contra el hambre lo damos todo', una acción social ligada a Cruz Roja, con la que el último año recogieron 47 toneladas de alimentos. "Somos animales sociales. Imitamos la conducta del de al lado, por eso es una responsabilidad que ayudemos, porque es mágico inspirar a los demás. Mis niñas pequeñas son mi inspiración y por eso les dedico este premio a ellas", dijo.
La subasta
Sin duda, lo más divertido de la Gala Starlite es ver cómo empresarios y celebrities se 'pelean' por diferentes objetos pujando. La puja más alta de la noche fue de 100.000 euros, por una obra de Pedro Sandoval llamada 'La Madonna', una recreación de la obra 'Madonna Litta' de Leonardo da Vinci. Es el primer cuadro del mundo, según Sandoval, que se subasta física y digitalmente a la vez, puesto que esta pieza histórica fue trasladada al lenguaje contemporáneo convirtiéndola en un NFT de gran calidad.
La empresaria Raquel Bernal fue, sin duda, la que más se animó a pujar de todos los presentes. En alguna ocasión el propio Banderas o la misma Sandra tenían que pujar para animar un poco a los asistentes, que no terminaban de arrancar en este sentido en un principio.
Otros elementos subastados fueron un retrato de Antonio Banderas, por 40.000 euros, que precisamente se llevó Bernal, al igual que una botella de tequila patrón en lalique serie 3 por 10.000. Así, también se subastó una visita al observatorio de La Palma, por 15.000 euros; una guitarra de Manuel Rodríguez, por otros 15.000; y un traje de luces por 30.000.
Quizá la subasta más original fue la del beso de William Levy, por el que se llegó a pagar 6.000, 10.000 y 12.000 euros. "Que no sea por mí. Yo les di un abrazo porque todas las que subieron estaban casadas y sus esposos estaban presentes", bromeaba el actor, que causó sensación durante la gala, especialmente entre el público femenino. Fueron un total de once objetos subastados para un mismo objetivo: hacer felices a los que más lo necesitan, después de dos años en los que el propio Banderas reconocía que habían tenido que disminuir la ayuda.
La música
Estaban anunciadas las actuaciones de Diego Torres, Juan Peña y Fran Rivera tras caerse del cartel el mexicano Reik. Sin embargo, también se animó a subir al escenario Diego Boneta y Chucho Valdés. Este último lo hizo en varias ocasiones, causando los aplausos del público por su maestría al piano. Así, Andrea Bocelli, que actuará este lunes en el festival, también subió al escenario, aunque para hacer playback.
En una noche en las que las baladas fueron protagonistas, Juan Peña se hizo con el público en el bolsillo interpretando una versión muy especial de Mi gran noche de Raphael. Peña se acercó a los compañeros de la prensa, que no dudaron en bailar y cantar con él revolucionando a toda la Cantera de Nagüeles.
Así, el broche final a la gala lo puso Fran Rivera y su grupo de amigos: Una y nos vamos. Así se llama este grupo improvisado que convirtió Starlite en una caseta de la Feria de Málaga tocando clásicos por rumbas y 'flamenquito' que hicieron levantarse como un resorte a los asistentes, que no esperaban el arte y el desparpajo de Rivera con la guitarra y el micro. Una lluvia de confeti esta vez -hubo un momento de la noche en el que cayó un aguacero- puso el punto final a esta gala, que dio paso a la fiesta y a los "tragos", como especificó el actor William Levy al recoger su premio.