La madrugada del viernes 26 de mayo, los asistentes a la fiesta que la discoteca Dreamers, ubicada en la localidad marbellí de Puerto Banús, había organizado, se llevaron un buen susto tras una pelea con armas de fuego que sucedió al filo de las cuatro de la mañana.

En el ambiente festivo, cuando la mayoría de los presentes bailaban al ritmo de la música, un ciudadano inglés y otro latino, según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL de Málaga, se enfrentaron en el interior del local. Uno de los implicados salió corriendo tras el otro hacia la terraza, donde llegó a sacar un revólver para presuntamente disparar al contrario, pero se le cayó al suelo.

Fuentes cercanas a la investigación aseguran que "milagrosamente" no llegó a iniciarse un tiroteo porque el arma se le quedó encasquillada y que el local ha extremado aún más las medidas de seguridad a la entrada después de este suceso.

Siempre según el relato de las fuentes, en cuanto observaron la pistola, los dos porteros del local actuaron rápidamente y se lanzaron sobre el individuo que la portaba para requisársela con el fin de evitar que abriera fuego en sus instalaciones.

Tras ello, al parecer, los malos huyeron en taxi y, en cuanto se calmaron las aguas y los presentes seguían bailando, un varón de origen inglés que no estaba presente en la trifulca, resultaba detenido por tratar de sobornar a los porteros del local. Les ofrecía 3.000 euros a cambio de que estos le devolvieran el arma que habían requisado previamente.

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