Para resumir a quien no conozca de nada al personaje del que se habla, se puede dar un dato rápido y llamativo. Quien haya consumido cocaína en los últimos 23 años en Europa, con toda seguridad alguna vez habrá esnifado droga de Raffaele Imperiale.

Este hombre de Castellammare di Stabia (Nápoles) es un narcotraficante adelantado a su tiempo que vio en Dubai un gran estado en el que invertir sus ganancias ilegales en 2006. Ocurrió antes de que los Emiratos Árabes Unidos despegaran económicamente, y fuera un destino turístico bien visto en el mundo occidental. Luego sería para él como segunda su casa desde más o menos 2010, como lo es para los grandes narcotraficantes actuales.

Todos están en Emiratos Árabes Unidos, o viajan constantemente allí ya que se ha convertido en el punto de encuentro de todas las organizaciones criminales mundiales. Antes de que fuese detenido en Dubai 2021, pasó fuera de su Castellammare di Stabia natal periodos en Málaga, Marbella, la Costa Azul francesa, y Ámsterdam.

Imperiale ha sido uno de los mayores proveedores de cocaína de la historia de Europa, fue primordial para que los clanes Amato-Pagano de la Camorra vencieran su guerra mafiosa iniciada en 2004 en Nápoles contra el clan di Lauro de Secondigliano  y también tomó parte en la faida de los clanes de Rione Traiano una década más tarde.

Pero sus contactos no sólo quedan en la provincia de Campania, también tiene buenos enlaces con la Ndrangheta calabresa, la Mocro Maffia, el clan Kinahan irlandés y varios carteles colombianos.

En 2006 pasó el verano entero en la Costa del Sol junto a su socio desde el año 2000 Mario Cerrone, casualmente ahora mismo son los dos colaboradores de justicia. Cerrone lleva colaborando con la justicia italiana desde que fue detenido en enero 2016 y Raffaele Imperiale desde octubre de 2022.

En ese 2006 no se les ocurrió mejor forma de celebrar que habían ganado la guerra mafiosa de Nápoles ayudando a los Amato-Pagano que realizaron carreras ilegales con coches de lujo en Granada, Sevilla y Marbella. Pero la de Marbella acabó en tragedia. El 18 de agosto de 2006 el joven napolitano Carmelo C.S protagonizó junto a Raffaele Imperiale y Mario Cerrone una carrera conduciendo dos Ferraris y un Lamborghini.

Arsenal encontrado este año en Giugliano perteneciente a los hombres de Raffaele Imperiale.

Carmelo mató al portugués Bruno A porque lo embistió a más de 150 Km/h mientras circulaba en un Citroën Saxo, ocurrió cerca de la entrada de Puerto Banús. Fue condenado en la Audiencia de Málaga posteriormente por homicidio y conducción temeraria.

A Cerrone junto a Imperiale los detuvieron ese día en un buen hotel de Estepona. Pagaron una fianza de 80.000€ y salieron libres para reunirse en la villa de Marbella que había alquilado el capo de la Camorra Cesare Pagano y que disfrutaba también con la familia del otro capo Raffaele Amato.

Ellos dos junto a Rosario Pariante, Raffaele Abbinante, Gennaro McKay Marino, Arcangelo Abate y Giacomo Migliaccio se enfrentaron al clan di Lauro de Secondigliano (Nápoles)ya  que hasta octubre de 2004 estaban subordinados a Paolo di Lauro, el personaje de Pietro Savastano en Gomorra está basado en este capo.

Carmine Cerrato, cuñado del capo camorrista Cesare Pagano, informó en unas de sus múltiples declaraciones colaborando con la justicia que en la reunión en Marbella Raffaele Imperiale contó la historia de las carreras ilegales y que perdió un Ferrari sin importarle mucho el dinero.

En dos ocasiones en 2006, Imperiale ofreció blanquear su dinero en Dubai al capo Raffaele Amato y a Cesare Pagano. Él si lo hizo, y desde 2010 se trasladó al Emirato. Imperiale ganaba tanto dinero que se permitió algún año entre 2010 y 2021 vivir 365 días en el hotel de lujo Burj Al Arab Jumeirah de Dubai. Eso se traduce en más de un millón de euros, no escatimaba. Fue de los primeros narcotraficantes en trasladarse allí para seguir delinquiendo sin tener problemas con las autoridades.

Desde 2015 tenía una orden internacional de Interpol y supo manejarse para comunicarse con todos sus clientes por los sistemas de móviles encriptados que años más tarde han sido descifrados.

Raffalee Imperiale.

Raffaele Imperiale este mes ha vuelto a ser noticia mundial porque quiere rebajar su pena que le solicitan ahora. Es un tipo inteligente y cada cierto tiempo ha ofrecido objetos sorprendentes a las autoridades italianas. En 2016 entregó los cuadros de Van Vogh que habían sido robados en el museo del artista en Ámsterdam en 2002 por el famoso ladrón Octave Durham y un compinche.

Las obras eran 'Vista de la playa de Schveningen' y 'La Iglesia protestante de Nuenen', que ya se daban por perdidas. Casualmente a Durham le detuvieron en 2003 en Marbella, antes de ello Imperiale se los había comprado gracias a sus contactos en Ámsterdam por unos 500.000€. Raffaele guardó los cuadros en una doble pared de una de sus casas Castellammare di Stabia, su pueblo. Era una de sus inversiones, como las 40 casas que también en 2016 se le incautó en España compradas con el dinero del narcotráfico.

La entrega de los cuadros fue una muestra de buena voluntad con las autoridades italianas, eran años que Raffalee Imperiale tras la caída de su socio Mario Cerrone consiguió aún mejores socios en el narcotráfico. Sólo en Nápoles tenía de stock 100 millones de € en cocaína para vendérselas a los distintos clanes camorristas y se estima que ha ganado un total de 400 millones de euros vendiendo cocaína. En muchos medios se habla de Raffaele Imperiale como un capo de la Camorra, él no dirigía una familia. Vendía droga a la mayoría de clanes de la Camorra, y a otras organizaciones criminales internacionales.

Y otra revelación del mismo Imperiale permitió descubrir a la Dirección Antimfia de Nápoles en marzo de este año un arsenal de más de 50 armas en una casa de Giugliano (Nápoles). Con ellas permitía a los clanes camorristas que financia cometer las acciones de guerra, en el arsenal encontrado también había uniformes de Carabinieri y Guardia di Finanza para ayudar a cometer vuelcos de drogas entre organizaciones criminales.

Pero la guinda llegó este mes de diciembre con 1,8 millones en criptomonedas que se le ha incautado a Imperiale, y la cesión de una isla en Dubai a las autoridades italianas para rebajar su pena. Raffaele Imperiale quiere estar poco en la cárcel, porque por ahora se le solicitan 22 años y 2 meses de prisión.

Los gastos mensuales en Dubai le suponían más de 500.000€, y por ello tenía inversiones inmobiliarias por todo el mundo. La más sorprendente conocida fue la adquisición a través de sus empresas tapadera de una de las islas artificiales que forman parte del archipiélago “Las Islas del mundo” en Emiratos Árabes Unidos. Ha entregado a la Fiscalía de Nápoles la isla Taiwán, pero tiene un pequeño truco. Las islas del mundo es un proyecto que no está funcionando como creían, en principio cada isla artificial simula un país del mundo y en ella se construirían villas de lujo y hoteles. Entre cientos de islas hay construidas menos de 5, y en Taiwán no hay nada.

Existe un gran problema logístico y es que algunos expertos afirman que las islas se están hundiendo. El proyecto en esa isla artificial en frente de Dubai era la construcción de 12 villas de lujo por al menos 12 millones de euros cada una y otras 3 casas por unos 9 millones. Eso sólo en la isla Taiwán, por ello Raffaele Imperiale la compró en 2011 por 13,5 millones de €.

Él entiende que ahora vale más de 50 millones y lo entrega al estado italiano con la intención de lograr una rebaja sustancial de su pena de cárcel que llegará más pronto que tarde. Y posiblemente después de eso seguramente llegará su fama en el cine, porque así intentó que fuera su vida.

 

Noticias relacionadas