Vista de Marbella.

Vista de Marbella. Pixabay

Marbella

La rocambolesca historia del falso 'Príncipe de Marbella', su notario, el BOE y los tribunales de justicia

El TSJA ha reafirmado la condena a un notario de Marbella por dar fe y publicar en el BOE el falso título de un hombre que se atribuye el título de príncipe, aunque sí ha absuelto al impostor. 

27 septiembre, 2024 17:27

Artistas hay en todos sitios y uno de ellos se llama Antonio P. V y se autodenomina 'Príncipe de Marbella', algo incluso de lo que presume en sus redes sociales.

Este falso título fue juzgado en la Audiencia de Málaga y acaba de ser revisado en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha absuelto al 'príncipe' pero ha condenado al notario que dio fe de su supuesto título e incluso lo publicó en el BOE. 

Pero empecemos por el principio. Según explica el TSJA en la sentencia que se ha hecho pública este viernes, Antonio P. V. fue a un notario en Marbella -Juan Luis G. O.- para que diera fe de forma oficial que era el 'Príncipe de Marbella'. 

Ni corto ni perezoso, el 16 de diciembre de 2016 el notario "realizó un acta de notoriedad en la que se hacía constar que don Antonio P. V. ostenta el título principesco de príncipe de Marbella como dignidad principesca del Reino de España con carácter vitalicio", reza la sentencia.  

El falso príncipe pidió además que saliera publicado en el BOE y se abriera un plazo de 30 días por si había alegaciones. Algo que el notario también aceptó e hizo.

El hecho fue denunciado y la Audiencia de Málaga condenó en 2023 a ambos, notario y 'príncipe', como autor material y cooperador necesario, respectivamente, de un delito de falsedad en documento público.

Al notario le pusieron una pena de ocho meses de multa a razón de quince euros diarios y al falso príncipe marbellí cinco meses de multa con 15 euros diarios también. Además pagaban entre los dos las costas. 

La Audiencia de Málaga subrayó que "Juan Luis G. O., pese a su condición de notario, vulnerando de manera flagrante la diligencia exigible y de forma irreflexiva e injustificada, ni comprobó ni acreditó la existencia de la autenticación del título del príncipe de Marbella, no reclamando su carta de concesión extendiendo el acta de notoriedad con su posterior publicación en el BOE, legitimando un título inexistente que podía ser utilizado como carta de presentación y conllevar una utilización bastarda del título en el tráfico jurídico".

Por otra parte, el tribunal malagueño recordaba que "la atribución de un título nobiliario español es competencia exclusiva de la monarquía y su acreditación solo es posible a través de la Real carta de concesión sucesión o rehabilitación firmada por el Rey y refrendada por el Ministro de Justicia, documentación que en ningún caso fue aportada al expediente".

En resumen, que el título era lógicamente falso y que el notario había cometido un delito por dar fe de algo que no era real. 

El notario y el falso príncipe decidieron recurrir al TSJA. El alto tribunal andaluz destaca la "aparente megalomanía del Sr. P. y el plan que pergeñó para que el supuesto título de príncipe de Marbella que inventó a su mayor gloria adquiriera visos de autenticidad, para lo que contó con la ingenua y negligente colaboración del Sr. G. O.". 

En este sentido, el TSJA ha desestimado el recurso presentado por el notario pero sí ha absuelto del delito al 'Príncipe de Marbella'. El tribunal, por tanto, viene a decir que si uno se quiere hacer llamar Príncipe de Marbella, siendo lógicamente totalmente falso, allá él. Pero que un notario no puede dar fe pública y publicar en el BOE un título como éste sin ser real.