Se llamaba José Rafael, pero parte de su círculo cercano le llamaba "Pisani" a secas, a modo de mote, por su apellido. Era técnico superior en dietética y entrenador personal además de guardia de seguridad en el restaurante Olivia's, en la localidad malagueña de Cala de Mijas y, pese a su espectacular forma física, un puñetazo le hizo perder la vida la madrugada del sábado al domingo mientras se encontraba en plena jornada laboral.
José Rafael, de 55 años y natural de Caracas, estaba trabajando en Olivia's cuando unos clientes comenzaron a dar problemas a los dueños del local y se inició una pelea en la que decidió mediar para calmar los ánimos sin saber que por este gesto acabaría perdiendo la vida. Según ha podido consultar este periódico, José Rafael, en plena trifulca, recibió un fuerte golpe por parte de uno de los clientes, lo que provocó que este acabara desestabilizándose y cayendo de espaldas llevándose un fuerte golpe entre el cuello y la cabeza contra el pico de una mesa. Eran las 00.30 horas cuando el Servicio de Emergencias 112 de Andalucía recibió una llamada alertando de dicha pelea, en la que reseñaban que "había un hombre herido".
A la zona se trasladaron efectivos de la Guardia Civil y los servicios sanitarios, que trasladaron a José Rafael al Hospital Regional de Málaga en estado muy grave. Estaba sangrando abundantemente y tenía dificultad para respirar. Según fuentes sanitarias, el hombre entró al hospital con un traumatismo craneoencefálico y acabó falleciendo poco después en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del mismo centro.
"Ha sido muy triste lo que le ha pasado, él no se metía con nadie, era muy buen tío", insiste uno de sus amigos, que señala que pese a su aspecto, muy alto y corpulento, José Rafael no era un hombre agresivo y que tenía un gran corazón. "Era muy trabajador, jamás dio problemas", expresan.
José Rafael se había casado recientemente en Las Vegas, en noviembre de 2022. "Era un gustazo trabajar con él siempre. Te echaba un cable en todo y siempre se tomaba todo con mucho humor, era un tío que se reía muchísimo que siempre estaba para todo el mundo", añade otro conocido. Según su entorno, estaba muy feliz con su pareja, que también es personal trainer, con la que compartía una gran pasión: el deporte. Hasta el momento no constan detenciones al respecto y la Guardia Civil mantiene una investigación abierta.
Fuentes cercanas al restaurante han apuntado a este periódico que este suele estar muy "concurrido", lo que puede provocar situaciones peligrosas si el personal de seguridad es muy reducido. EL ESPAÑOL de Málaga ha tratado de contactar con los propietarios del establecimiento, pero no se ha obtenido respuesta por dicha parte.