Transcurría el mes de agosto, en pleno verano, del año 2015 cuando una familia que acababa de emigrar por cuestiones laborales a otro país de la Unión Europea se ponía contacto conmigo. En ese otro país el inicio del curso era durante el mes de agosto, por lo cual presentaron los documentos adecuados sobre el estado de la espalda de su hijo de 12 años, que estuvimos siguiendo previamente en Málaga.
Desde hacía tiempo estábamos pendientes de su espalda porque la madre había tenido durante su juventud una importante escoliosis (espalda en forma de S y además con las vértebras giradas sobre su propio eje). Tan importante había sido que tuvo que someterse a una cirugía de envergadura y durante mucho tiempo utilizar corsés en su espalda que le ayudaran a mejorar su situación.
A la hora de comprar una mochila para el colegio hay que considerar el tamaño y el peso del niño. Las mochilas no deben superar el 10% del peso del niño. Es decir, la mochila de un adolescente de 40 kilos debe ser como máximo de 4 kilos de peso.
Además, se recomienda evitar llevar mucho material escolar cada día a casa. La mochila tendrá una fabricación adecuada; tendrá correas anchas con respaldo amplio y acolchado; no serán nunca muy bajas, siempre al menos, 5 centímetros por encima de la cintura del niño; nunca se llevarán en un solo hombro.
La mochila se organizará de forma que los libros más pesados estén cerca de la espalda. Optar por llevar mochilas con ruedas es una opción en muchos casos. Se instruirá al niño en la importancia de mantener columna recta y no curvada, especialmente en el caso de las mochilas con ruedas. Caso de tener que llevar mucho peso llevar parte del peso en las manos. Evitará transportar cargas y peso inútil. Utilizar las dos manos para coger la mochila.
Hay que controlar el tiempo, de forma que el niño no transporte la mochila con mucho peso durante más de 15 minutos. Es muy importante la supervisión de los padres y de los profesores.
Ellos, en este nuevo centro educativo, añoraban una adecuada supervisión y compresión de la situación real por parte de sus nuevos educadores. En este caso, se trataba de un problema de escoliosis, hay otra variante que es la cifosis (chepa), y ambos pueden desarrollarse por malas posturas continuadas como son sentarse mal, en las niñas cuando le aparecen las mamas y tienen mala posición de espalda, cuando juegan mucho con las consolas y estén todo el rato mirando hacia abajo, etc.
En muchas ocasiones los profesionales sanitarios detectan una "actitud escoliótica": la columna ya tiene forma de S pero aún no han rotado los cuerpos de las vértebras sobre sí mismo y estamos a tiempo de evitar los grandes problemas de espalda.
Los pediatras recomiendan para los problemas de espalda realizar deportes como la natación o el baloncesto y otras actividades como baile, es decir, todo lo que suponga mover los miembros superiores
Cuando aparece, a veces el tratamiento requiere de poner un corsé. Se trata de cubierta plástica que se coloca alrededor del torso y que se extiende desde los brazos hasta la cadera; su misión es ejercer presión sobre la espalda y las costillas para impulsar la comuna hacia la posición más derecha posible. Por todo esto, es importante que los menores tengan buenas posturas en sus actividades diarias, al sentarse e incluso al andar.
Como suele pasar siempre hubo una buena persona o un profesor que se interesó personalmente por esta situación y le ayudó a solucionar, al menos parcialmente sus problemas. Esto permitió evitar la cirugía durante los años del crecimiento y ya conocemos que finalmente se pudo olvidar de forma definitiva.
Por otro lado, se afianzó en la práctica deportiva, no ya sólo para ayudar a su espalda, sino también consiguió convertirse en un experto nadador, con triunfos y marcas reconocidas.
Buena vuelta al cole
Buena vuelta al cole Adenda final del DECÁLOGO PARA UNA BUENA VUELTA AL COLE: cuando el verano inicia su último tramo, cada año se nos plantea lo que tenemos que hacer para que el aterrizaje que supone el inicio del curso escolar se haga de la forma más suave posible
Y sin perder de vista que la espalda es uno de los puntos más importantes y fácilmente lesionables en el niño. Si la carga no es mínima, no dejemos al niño llevar este sobrepeso diario de material escolar en sus manos o en su espalda, sino que intentemos que los trasladarlos de material sean los más idóneos y a veces utilicemos adaptaciones mediante ruedecillas, por el suelo.
El traslado de material escolar y libros no se puede convertir en una actividad de riesgo para las espaldas de nuestros hijos. Intentemos delimitar con los centros escolares qué necesita de verdad trasladar el niño cada día su casa y que puede quedarse en el colegio. No olvidemos que el objetivo último del curso escolar es adquirir conocimientos y HÁBITOS DE VIDA.