Cuando le conocí habían organizado un grupo de interés en Bruselas que se llamaba PLC Forum. Había allí empresas de todo el mundo, alemanas, francesas, taiwanesas, japonesas… Debe hacer ya 20 años.
Habían desarrollado un chip y varias patentes, habían demostrado que se podían transmitir datos en banda ancha a través de las redes eléctricas de baja y media tensión. Podían acoplar capacitiva o inductivamente un modem a la red eléctrica. La tecnología PLC powerline communications había dado un salto de gigante y, de repente, interesaba a compañías como Devolo, Panasonic o BT.
Montaron pilotos con Endesa en Zaragoza o El Puerto de Santamaría. Vendieron más de un millón de sus chips a British Telecom, emplearon a unos cientos de ingenieros en el Parque Tecnológico de Paterna, incorporaron socios internacionales, hasta japoneses.
La crisis del 2008 la anticiparon muchos, pero ellos iban a toda velocidad, la demanda crecía, las nuevas generaciones de chips soportaban triple play, voz, datos y vídeo. Nuevos standards y regulaciones estaban a la vista, el mercado iba a ser de millones de dispositivos, pero la crisis les paró en seco.
Podía haber despedido, como le sugirieron, a buena parte de la plantilla cautelarmente pero no lo hizo. No se cargó al equipo cuando iban bien y luego el tsunami los llevó de cabeza al concurso. Marvel compró la compañía y al cabo de poco tiempo se convirtió en Max Linear. Gracias a ellos, a la UPV, a los que se lanzaron a diseñar chips desde Valencia, hoy son el lugar que alberga el mayor número de ingenieros diseñando chips. Analog Devices es, probablemente, el mayor design center del clúster.
Tengo siempre en la cabeza el impacto de los padres, los valores de los emprendedores, las familias como referencia. Los hermanos de Jorge, uno arquitecto y otro licenciado en políticas, obraron la disrupción de la industria de la cerámica en Castellón mediante la invención y desarrollo de las tecnologías de impresión por inyección de tinta de las cerámicas, una tecnología que puso al clúster de la cerámica de Castellón a la cabeza el mundo.
En una cuña triangular de apenas 700 metros cuadrados, Pepe y Cristino empezaron hace más de 40 años una actividad manufacturera que hoy los ha llevado a ocupar 8.000 metros cuadrados, emplear a 200 personas y fabricar en Madrid y Toledo equipos y subsistemas para defensa, transporte, iluminación.
Los 3 hermanos que continúan empujando el negocio de los Gastaldo en Puzol tienen claro que una empresa de 100 personas puede ser excelente y lo son. Cuentan con un equipo de dirección de innovación y tienen una planta rodeada de naranjos que nada tiene que envidiar a las mejores de Alemania o Japón.
En Cheste, SPB, puede sacar pecho por cómo una empresa familiar supera los 200 millones de facturación en productos detergentes de gran consumo, con una gama amplísima desde hidrosolubles, hasta lejías, jabones friegasuelos, quitamanchas.
Fabricantes que están atentos a su mercado, a las tendencias, al entrono, al contexto, enfocados en crecer y en la excelencia, en innovar y dotarse de los mejores equipos.
Esta semana he podido conocer y hablar en el Congreso Europeo de Maquinaria de Construcción. El lema era Reindustrializing Europe. Todos conscientes de que no solo es necesario sino urgente. Volví a contarles el daño que los ricardianos hicieron propagando que fabricar no era importante, aquello que decía Margaret Thatcher sobre que no importaba el color, blanco, negro o amarillo de las manos que fabricaban los productos que se consumían en Europa.
Lo mismo decía a su manera Reagan en los EE. UU. y así vimos como desde 1970 a 2005 el empleo en la industria cayó un 25% en el Reino Unido, un 18% en los EE. UU., un 20% en Japón, pero solo un 5% en la UE. Hasta ahí íbamos bien. Alemania, sobre todo, resistía con una importante parte de su PIB dedicado a la manufactura.
En 2010, solo 5 años después y tras la crisis que le costó a Jorge Blasco el concurso y le llevo a vender la empresa a Marvel, China tenía un 33% de su PIB vinculado a la industria frente a un 19% de Alemania, un 12% de España o un 10% de Francia y el Reino Unido. En 2003 el valor añadido de la industria europea superó al de los EE. UU. China estaba muy por debajo, pero en 2008 superó a los EE. UU. y en 2012 superó a la UE convirtiéndose en la primera potencia industrial mundial en términos de valor añadido. En 2021 la industria china llegó a duplicar a EE. UU. y Europa.
Cada crisis global ha ayudado a China y EE. UU. ya ha dejado a Europa más descolgada.
En 2008 la industria manufacturera suponía el 77% de la inversión mundial en I+D, el 70% de las exportaciones y el 37% de la contribución a la productividad.
Mientras tanto, nosotros hemos ido desmontando un Ministerio de Industria que obró el mayor salto de renta per cápita de la OCDE entre 1960 y 1975.
Y así, España que en 1980 era la novena potencia industrial del mundo en términos de valor añadido de la industria sobre el PIB, pasó en 20 años a la posición 14 y seguimos cayendo.
Pero Jorge Blasco no se rindió, ya era doctor en Telecomunicaciones, y 20 años después escribió a la rectora para pedirle hacer otro doctorado, esta vez a la carta. Una selección de materias para actualizar sus conocimientos.
¿Se imaginan ustedes que un doctor en Telecomunicaciones que ha pasado por IBM y varias empresas más, que ha montado un unicornio, que ha incorporado y formado a talentos brillantes como los que hoy gestionan KDPof o Max Linear, que es autor de un buen número de patentes se vuelve a sentar en la universidad con compañeros veinte años más jóvenes que él? Lo hizo y leyó tesis excepcionalmente brillantes. Dice Jorge que se conoce mucho de una persona cuando se lee su tesis doctoral. Tiene razón. Nunca había parado a reflexionar sobre ello. Cambió las comunicaciones por la óptica y la fotónica y siguió colaborando con sus colegas de la Escuela de Telecomunicaciones de la UMA, Pablo Otero y Enrique Nava.
Cayó en sus manos una tesis brillante de un genio que montó una super compañía de fotónica y óptica en los EE. UU. y pensó que había aspectos que él podía, con algunos de sus jóvenes compañeros, mejorar. Tiene patentes PCT extendidas a los principales mercados mundiales. No cae ya en los errores anteriores. Es el emprendedor perfecto porque incorpora la experiencia.
Photonic Sense ha recibido financiación competitiva de la UE por más de 10 millones de euros y sus accionistas han vuelto a rascarse el bolsillo para desarrollar capacidad para fabricar hasta medio millón de cámaras que entregan con altísima resolución y 30 fps imágenes de alta precisión con información de la profundidad. Miden en 3D. Las aplicaciones son infinitas, desde el agro para la selección y captura de frutos hasta la realidad aumentada, la odontología, la metrología industrial. Emplea a casi 40 profesionales, desde programadores, electrónicos, ópticos, fotónicos…
La cámara entrega una nube de puntos en 3D con resolución de 20 micras y el SW los convierte en una malla vectorizada compatible con Unreal o Unity. Puedes escanear cualquier personaje para introducirlo en el mundo digital. Ideal para juegos, ingeniería, inversa, medicina protésica o reparaciones con fabricación aditiva.
Jorge tiene accionistas alemanes. El mercado español de venture capital para Deep Tech está en el Pleistoceno. El gobierno habla de ayudas y de incentivos a empresas punteras como esta, pero pone exigencias de avales por delante haciendo que la financiación de proyectos que serían unicornios en China, EE. UU. o Corea del Sur, sea una pesadilla.
Cuatro libros han sido claves en la puesta en valor de la industria. Hidden Champions de Hermann Simons puso en valor en 2009 a los 500 campeones desconocidos de la industria mundial. Mariana Mazzucato en 2011 nos quitó la banda de los ojos sobre cómo los EE. UU. aportaban e impulsaban activamente sus industrias en El Estado Emprendedor.
Klaus Schwab, en 2017, con La cuarta revolución industrial, caracterizó las profundas transformaciones que la tecnología traería el mundo. En 2022, Padhi, Batra Snathanam, en The Titanium Economy, desarrollaron cómo la industria podría fortalecer los EE. UU. Seguimos contemplando boquiabiertos cómo los EE. UU han dejado atrás a Europa en términos económicos y tecnológicos. Leer, entender y copiar. Mimar a nuestros campeones y ayudarles a ser grandes. No es tan complicado. Menos avales y más agilidad.
Cristino a sus 80 años, Fernando empujando el taller que fundó su padre hasta convertirlo en una empresa excelente con fuerte contribución a la industria de defensa, Miguel Burdeos que fundó SPB en 1979, y hoy dirige su hija Gracia con un magnífico equipo profesional son empresas industriales basadas en el conocimiento, competitivas, o innovadoras de alta tecnología como la de Jorge.
Tenemos miles y es nuestro deber conocerlas, y ponerlas en valor. Detrás de ellas hay historias de liderazgo y superación, de mejora constante, de esfuerzo y mérito. Soy afortunado de haberles conocido. Por ellos vale la pena defender el valor de nuestra industria. A todos he ofrecido sumarse a la innovación colaborativa. Sólo la escala, la innovación y la productividad salvará nuestras industrias.