El aviso que llegó a la Guardia Civil apuntaba a que todo se trataba de un accidente de tráfico común, como los que suelen ocurrir casi a diario, pero la realidad es que fue mucho más que eso. Los agentes de la Compañía de la Guardia Civil en Ronda se trasladaron de inmediato a la carretera A-397 en el término municipal de Igualeja, donde hallaron un turismo en llamas, pero ningún ocupante dentro ni en sus inmediaciones.

Tras hacer varias entrevistas por la zona, un testigo presencial les comunicó que vio salir del vehículo tras el accidente a una mujer que, aparentemente, no presentaba lesiones, y que se adentró andando campo a través hacia una zona forestal. Él trató de llamar su atención, pero esta hizo caso omiso a todo lo que le decía, algo que no terminó de entender. Todo ocurrió el pasado 19 de mayo en el término municipal de Igualeja.

Como no daban con el paradero de la mujer, se trasladaron a la zona varios miembros del Centro de Defensa Forestal (Cedefo) de Ronda, agentes de medioambiente y varios vecinos, ya que la zona presentaba una orografía pedregosa y escarpada con abundante vegetación, lo que hacía más difícil la búsqueda y acrecentaba la posibilidad de que la mujer hubiese sufrido una caída.

A la mañana siguiente, tras horas de trabajo, la chica fue encontrada a unos 200 metros de la zona del accidente con evidentes síntomas de deshidratación, hipotermia y con heridas de diversa consideración en cabeza y extremidades, según han explicado desde el instituto armado.

Debido a las malas condiciones del terreno varios guardias civiles tuvieron que realizar la evacuación de la mujer hasta una zona donde esperaban los efectivos sanitarios, que posteriormente la trasladaron hasta un centro hospitalario para ser valorada en profundidad.