El milagro de Luiso, el gaditano que se perdió en la Serranía de Ronda cuando buscaba tagarninas
A sus 83 años, sobrevivió dos días a la intemperie, pese al frío y la lluvia y casi sin abrigo, en el monte.
13 noviembre, 2023 11:57Noticias relacionadas
El gaditano Luis Tizón, más conocido por su entorno más cercano como Luiso, de 83 años, es el hombre de hierro de Alcalá de los Gazules. El pasado 1 de noviembre por la mañana le dijo a su mujer, Andrea, que iba a ir a recoger tagarninas, que estaban muy caras en el mercado, para comer un potaje. Se montó en su moto y, sin avisarle, acabó recorriendo más de 100 kilómetros, pasando por las localidades malagueñas de Algatocín y Benarrabá --donde fue localizado--.
Luiso llevaba su teléfono móvil encima, aunque este no tiene Internet. Cuando fueron pasando las horas, la familia comenzó a preocuparse por su paradero, pues no era la primera vez que se desorientaba. Luiso consiguió responder a una llamada y les dijo que se había perdido. No sabía apuntar la zona donde se encontraba. Solo se sabía que había tomado la carretera de Los Barrios por la vía de servicio de la carretera autonómica A-381.
Con la magnífica coordinación de la Policía Local y la Guardia Civil de Alcalá de los Gazules y de Ronda, tras dos días desaparecido y cuando las esperanzas ya estaban casi perdidas, pues no había bebido ni comido, Luiso apareció con vida. Tras interponer la familia la denuncia, la Guardia Civil tomó las riendas de la investigación y estuvieron hablando con Luis hasta que el teléfono se quedó sin batería.
Le dijeron que no se moviera. Y así lo hizo. Eso fue clave para que los agentes dieran con él. Afortunadamente, todo quedó en un susto y Luiso se encuentra con su familia.
Desde SOS Desaparecidos recomiendan el uso de pulseras localizadoras en personas mayores, sobre todo para aquellas que padezcan alzhéimer, con el fin de garantizar su seguridad. El alzhéimer es una de las causas por las que más denuncias por desaparición se interponen.
Cómo actuar
Cuando una persona desaparece, es clave reflexionar y valorar las costumbres y hábitos de la persona desaparecida, hablar con las personas con las que se haya relacionado el día de la desaparición y hacerse una primera hipótesis de lo que puede haber pasado.
Así, si no hay ninguna explicación clara, acudir enseguida a la policía que tenga competencias en la zona para formalizar una denuncia, entrevistarse con el responsable principal y preguntar qué más se puede hacer para ayudar a su localización y hacer pública la desaparición ante los medios de comunicación: prensa, radio y televisión.
Es útil editar y repartir carteles con la fotografía y datos característicos indicando como contacto el número de la Policía o del Servicio de Emergencias. Además, es importante destacar que en ningún caso se debe citar en los carteles los números telefónicos de la Familia, para evitar bromas y molestias. Se pueden repartir en estaciones de tren, autobuses, metro, comisarías, juzgados, hospitales, mercados y otros lugares muy frecuentados.