La Policía Nacional ha desmantelado una organización criminal de ámbito internacional dedicada a la estafa del 'hijo en apuros', en una operación en la que ha detenido a 65 personas entre Málaga, Cataluña y Madrid investigadas por presuntamente provocar un perjuicio económico de más de 410.000 euros a las víctimas. Los supuestos cabecillas fueron arrestados en la provincia malagueña.
Las pesquisas comenzaron en febrero de 2022, cuando los agentes detectaron un aumento considerable de denuncias en Sevilla relacionadas con la estafa del 'hijo en apuros' y que en todo el territorio nacional se cuentan ya por centenares, de las que han esclarecido 95 hasta el momento, según ha informado la Policía este miércoles.
El 'modus operandi' de los presuntos ciberdelincuentes consistía en dirigirse a sus víctimas a través de aplicaciones de mensajería instantánea simulando ser sus hijos, tratando de convencerles de que se encontraban en una situación delicada para, posteriormente, solicitar dinero a los progenitores.
Los detenidos adquirían bases de datos de víctimas potenciales que usaban para realizar un envío masivo de SMS a las mismas. Los agentes han intervenido más de 500 archivos de hojas de cálculo donde se podían encontrar datos personales de las víctimas, tales como sexo, edad, país, entidad bancaria o lugar de residencia.
Los cabecillas, en Málaga
La Policía ha localizado los grandes núcleos de la organización en Málaga y Girona, donde se ha identificado tanto a cabecillas de la trama como a personas con distintos cometidos dentro del entramado, como recaudadores, 'mulas' informáticas o los captadores de estas mismas 'mulas'.
Los dos principales líderes de la banda criminal, de origen neerlandés, fueron detenidos en las localidades malagueñas de Torremolinos y Fuengirola. En este segundo municipio también se detuvo a siete colaboradores de misma nacionalidad que se dedicaban a recaudar el dinero estafado.
Según la Policía, se desplazaban desde Países Bajos hasta la Costa del Sol, cruzando a España a través de Girona, para recibir los beneficios económicos de parte de los escalones inferiores de la organización y también desarrollaban tareas de capitación de otras mulas. Llevaban un elevado nivel de vida, hospedándose en hoteles de lujo y conduciendo coches de alquiler de alta gama.
Además de las 65 detenciones, la Policía ha identificado a 221 personas como cooperadores de la trama, tanto en territorio nacional como internacional, en una operación que continúa abierta.