Vistas de la gran parcela sobre la que se proyectan 360 viviendas en Torremolinos.

Vistas de la gran parcela sobre la que se proyectan 360 viviendas en Torremolinos. Google Earth

Torremolinos

La gran operación residencial del ‘boquete del Meliá’ dejará casi 3 millones en las arcas de Torremolinos

El desarrollo de este sector, con la construcción de 360 viviendas de iniciativa privada, es objeto de un convenio urbanístico que beneficia al municipio.

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El proyecto residencial que llenará el vacío del boquete del Meliá en el municipio de Torremolinos va a dejar un buen pellizco económico en las arcas del Ayuntamiento de la localidad. Según han informado fuentes municipales a EL ESPAÑOL de Málaga, esta operación inmobiliaria se va a dejar sentir en forma de unos 2,8 millones de euros de ingresos.

Esta aportación queda recogida en el convenio urbanístico firmado y aprobado a finales del año pasado por los promotores de la actuación y el Consistorio torremolinense. De acuerdo con los detalles recogidos en ese pacto, la compensación se corresponde con el 15% del aprovechamiento urbanístico.

La nueva iniciativa empresarial tiene especial relevancia para la localidad, por cuanto permitirá ejecutar hasta 360 viviendas en una parcela baldía desde hace casi dos décadas. En concreto, este sector quedó sin uso alguno después de que fuese demolido el antiguo y popular hotel Meliá Tres Carabelas, símbolo de la industria turística de la Costa del Sol de los años 60.

Tras sentar las bases de la actuación, la misma recibe ahora un empujón decisivo, dado que el plan de ordenación diseñado para dar forma al complejo residencial acaba de recibir el visto bueno de la Consejería de Sostenibilidad Ambiental de la Junta de Andalucía.

Sobre este mismo solar se llegó a plantear la construcción de un hotel de 5 estrellas de 22 plantas de altura. Sin embargo, los reparos iniciales de la Administración regional y la crisis de la promotora dieron al traste con este proyecto. 

El plan establecido actualmente busca ejecutar una gran promoción residencial con 360 viviendas, aplicando la ordenanza de manzana cerrada. A ojos de los técnicos, es la opción "más sostenible y considerada con el medioambiente, además de permitir la regeneración y renovación urbana de este ámbito de la ciudad".

Ventajas de la ordenación

"Con la ordenación propuesta se libera una gran superficie del suelo de la parcela, con una edificabilidad más ajustada al entorno de 40.000 metros cuadrados de techo, proponiendo un gran patio interior que promueve un modelo de ciudad más sostenible, que favorece que se construya comunidad", se indica en el informe autonómico. 

A ello se añade que dotará a la parcela de espacios libres y zonas verdes comunes, preservando y potenciando la calidad del paisaje en el que se enclava y su percepción visual.

Del mismo modo, la alternativa finalmente seleccionada propone grandes espacios donde se lleva a cabo la plantación de arbolado y creación de zonas verdes que contribuyen a la mitigación y reversión del cambio climático. La altura máxima prevista del futuro complejo residencial no pasará de los 24 metros, estando previstas edificaciones de planta baja más seis niveles.