Habibou Diop es uno de los más de 13.000 migrantes llegados a Canarias este mes en la actual crisis migratoria y uno de los 7.000 acogidos en la Península, como muchos pagó para subir a un cayuco en busca de un mundo mejor y ahora desea un trabajo para mantener a su familia -que quedó en Senegal- y ayudar.
Como cada uno de esos tantos migrantes tiene su particular historia: 39 años, con mujer y dos hijos (uno que va a cumplir un año y otro que tiene cuatro), trabajaba como jornalero en lo que iba surgiendo.
Con la aspiración de encontrar otra vida, entregó unos 300.000 francos de África Occidental (equivalentes a algo más de 400 euros) para subir a una embarcación en la que iban 60 personas, que navegó durante cuatro días y que llegó muy cerca de la isla canaria de El Hierro.
Relata su periplo en una entrevista con EFE y detalla que habían zarpado hace dos semanas de Bargny, un pueblo senegalés, costero como en el que se encuentra ahora, Torrox (Málaga), adonde fue trasladado esta semana por el Gobierno central desde Canarias junto a otros 219 migrantes varones.
Son en su mayoría subsaharianos senegaleses y están alojados en un hotel, al que llegaron entre el martes y el jueves.
De Senegal a Torrox vía Tenerife
El cayuco -en el que contaban con comida y agua- los iba a llevar a El Hierro, pero al estar muy ocupada esa isla, Salvamento Marítimo los condujo hasta Tenerife, donde los llevaron a un campamento con la organización no gubernamental Accem, en el que permanecieron cinco días.
Desde ahí los trasladaron al aeropuerto de Madrid Barajas y, a continuación, hasta el núcleo de población de El Morche, en Torrox, en la Costa del Sol Oriental, donde los atiende Cruz Roja, que ha establecido ese dispositivo de urgencia y les ofrece, entre otros servicios, nociones básicas de español, dado que la mayoría son francófonos.
Algunos de los compañeros de travesía en cayuco de Habibou Diop llegaron a pagar -afirma- mucho más que él, hasta 500.000 francos de África Occidental, mientras que a otros les costó menos.
Quienes llevan unos días cerca de este senegalés lo describen como una persona muy alegre, comunicativa y cercana.
Trabajar donde sea
El principal objetivo ahora es encontrar trabajo para mantener a su familia, a la que tuvo dejar atrás y con la que ha podido mantener contacto telefónico. Confiesa que le da igual el tipo de empleo del que se trate.
No tiene familiares, ni otras redes de apoyo de amigos o conocidos en España con los que poder marcharse. Habla francés y uno de los trabajadores de Cruz Roja traduce para la conversación.
Cuando se le ofrece que exprese lo que le apetezca se muestra agradecido porque asegura que, durante todas las fases que ha pasado desde que llegó a España, ha sido bien acogido, le han tratado bien y le han ayudado siempre que se ha podido.
Experiencia que le lleva a ayudar
Y eso -señala- le sirve como experiencia vital para hacer lo mismo con la gente más cercana y a la que pueda ayudar.
Entre 5.000 y 6.000 migrantes han sido trasladados en las últimas semanas desde Canarias a la península para descongestionar los centros de primera acogida en el archipiélago ante las incesantes llegadas de cayucos y son 13.000 los que hay en la red de acogida estatal (6.000 en las islas y 7.000 en territorio peninsular).
Hasta Andalucía han llegado hasta el momento más de 700 migrantes, que son atendidos por Cruz Roja en distintos puntos de Almería, Málaga y Granada.
Tras ser llevados a Torrox unos 200 migrantes, un concejal del PP de esta localidad ha desatado una intensa polémica al compararlos con los animales junto a otros comentarios que han levantado una lluvia de denuncias y críticas.
Sin embargo, entre los vecinos de la zona no se han producido muestras de rechazo hacia el colectivo y todo marcha con normalidad.