El pasado jueves las inmediaciones del Ayuntamiento de Málaga eran un vaivén de extras, actores y curiosos que se asomaban por la zona para saber más de la película que se estaba rodando: 'Como Dios manda', el primer largometraje de la cineasta malagueña Paz Jiménez.
La malagueña ha elegido, junto a Áralan Films, la productora del proyecto, que la película esté ambientada en su tierra natal, aunque también se van a rodar algunas escenas en Sevilla.
Así, este martes y este miércoles entre las seis de la mañana y las siete de la tarde vuelven a las calles malagueñas para rodar algunas escenas para esta pieza audiovisual. En este caso, el set de rodaje se trasladará a la plaza de la Merced, donde podrán registrarse algunos cortes de tráfico intermitentes, que desde la productora expresan que serán "lo menos molestos posibles para que no afecten al tránsito habitual de la calle".
Además, según han comunicado a los residentes y comerciantes desde la productora, en la zona de calle Frailes el equipo aparcará sus camiones técnicos que cargan con todo el material necesario para las jornadas.
El rodaje cuenta con el apoyo de Málaga Film Office, la oficina de rodajes del Ayuntamiento de Málaga, ya que lo consideran como producción de interés general tanto por la gran inversión económica que la productora realizará en la ciudad, así como por el beneficio de su vecindario mediante la promoción de la imagen exterior del mismo.
Durante estas largas jornadas de rodaje estarán trabajando 200 figurantes y un total de 65 trabajadores que conforman el equipo de la película. Respecto a la directora, Paz Jiménez, reconoce que "no podía imaginar mejor estreno que una comedia ambientada en Málaga, mi ciudad, y arropada por una productora como Áralan Films y unos técnicos con los que he crecido profesionalmente y a los que quiero y admiro"
¿De qué va la película?
Harlem interpreta a Andrés Cuadrado, un rígido y exitoso funcionario que por circunstancias de la vida acaba en una situación inesperada y donde se encuentra más perdido y desubicado que nunca. Como consecuencia, no le quedará más remedio que reinventarse y seguir adelante con humor y ganas.
Tras un desafortunado enfrentamiento con una compañera de trabajo, Andrés es sancionado y trasladado al Ministerio de Igualdad. Allí todo es totalmente nuevo para él: no hay sitios asignados, no hay horarios, y todo el mundo es vegano. Andrés tendrá que ponerse al día en muchas cosas para adecuarse a ese nuevo orden de las cosas.