La Navidad es un reto en el día a día de los opositores.

La Navidad es un reto en el día a día de los opositores.

Vivir

Los opositores, la especie en auge que disfruta a medias de la Navidad

Estudiantes de distintas especiales reflexionan sobre cómo viven estas fechas entre libros y apuntes.

29 diciembre, 2021 05:00

Noticias relacionadas

Reuniones familiares, comidas con los amigos, un paseo para ver las luces de la ciudad, merendar churros en cualquier cafetería de Málaga... Pequeños placeres que tienen un marcado sello navideño y que forman parte de una rutina que resucita cada vez que llega diciembre. Sin embargo, existe una especie en auge que no puede disfrutar de ellos tanto como quisieran: los opositores.

Jóvenes y adultos que ven como el reloj del ocio se detiene mientras pelean con un temario que durante semanas parece inamovible, deseando que después de cada jornada haya disminuido el montón de papeles. EL ESPAÑOL de Málaga ha hablado con tres estudiantes para conocer cómo capean estas fechas frente al reto de la memorización.

Miguel Orellana tiene 24 años y desde el pasado mes de octubre estudia para conseguir una plaza de A1 de la administración. Son sus primeras Navidades sentado frente a los libros, aunque asegura que el 24 no tocó un folio: "Hay gente que sí lo hace, pero yo decidí tomármelo como un día libre. La última clase la tuve el 23. Exceptuando Nochebuena y Navidad, estoy haciendo media jornada. Estudio de nueve a dos de la tarde; limpias, algo más de cuatro horas". 

Buscar planes de ocio

Al respecto de los días festivos que se avecinan, explica que, "en teoría", el 31 toca empollar: "Cuando libramos es en Año Nuevo", subraya. Dentro de la flexibilidad que ofrece poder organizar tu propio horario, destaca la necesidad de "buscar huecos para uno mismo": compras, comidas, encuentros con la familia y los amigos... 

Convirtiéndose esto último en la excepción, y no en la regla, ¿es posible disfrutar de estas fechas? Duda y reflexiona antes de responder: "Sí... y no. A todo no da tiempo. O descansas y te lo tomas más tranquilo, o disfrutas y sales cada vez que puedes. Las dos cosas a la vez son complicadas".

Con una visión del futuro en la que los temas de derecho inundan la mayoría de los pensamientos, "olvidarme de las obligaciones" se presenta como una tarea complicada: "En la carrera me podía despejar más fácilmente gracias a estas dos semanas de vacaciones. Ahora, despista un poco el cambio de ritmo y rutina, porque los planes que motivan pueden hacer que te desconcentres de tus obligaciones", apunta. 

Este es el segundo año en el que Javier López Hijano (28 años) estudia para lograr una plaza como maestro de Educación Primaria. Él ya conoce lo que es pasar unas Navidades encerrado, por lo que la rutina a seguir le es familiar: "Todas las mañanas me leo un tema, con el objetivo de comprenderlo e ir interiorizando las ideas. Las tardes las dedico a la programación y la parte práctica. Estoy destinando estas semanas al repaso; es algo que también creo que hacen otros compañeros". 

Aunque en esta especialidad, muchos se dividen los objetivos. Algunos optan por darle un "empujón fuerte"; otros, por centrarse en la práctica, una parte fundamental de estos exámenes y que "quita más tiempo".

Algunos aprovechan para repasar

¿Qué hay de los momentos libres? Se concentran sobre todo en los fines de semana, aunque Javier busca huecos "para poder hacer algo": "Destino parte del tiempo de ocio a los estudios, siempre hay algo que hacer. Por ejemplo, pese a tomarme de descanso el 25 y el 1, el día de Nochevieja voy a repasar". 

Antes de comenzar esta maratón, el mes de diciembre tenía unas características diferentes: "Vacaciones totales", bromea. Las exigencias eran mucho menores. Afirma que lo que más echa de menos es "no tener siempre la oposición en la cabeza": "Pienso continuamente que me tengo que poner a estudiar porque se me va el tiempo. Aunque sean 10 minutos para leer un artículo o media hora para subrayar un tema. Vivo con la presión de que quedan solo seis meses". 

A todo esto, hay que sumar el cambio planteado en su examen hace una semana. Explica que fue el día de la Lotería Nacional cuando recibieron "un palo tremendo": "Van a cambiar la estructura, debido al plan de estabilidad del interino que piden desde Europa. Es cierto que es solo un borrador, pero al parecer, la parte práctica, que antes se dividía en la programación y la unidad didáctica, se va a quedar solo en esta última". 

Mantener una rutina

Inmaculada Jiménez comenzó en octubre las oposiciones a técnico de Hacienda. Tiene 22 años y, desde hace tres meses, todos los lunes tiene que visitar al preparador y dar clases de contabilidad en una academia dos veces por semana: "No he tenido descanso porque esta rutina se ha mantenido. Organizarme ha sido clave, para ello trato de ir cumpliendo los objetivos que me marco el domingo. Por las mañanas, después de comer y después del preparador, estudio". 

Relata que sus dos únicos días de vacaciones han sido el 25 y el 26 porque tenía plan familiar, pero el resto de jornadas las vive con completa normalidad. Sin embargo, incide en que todo depende de "cómo te lo plantees": "Hay gente que estudia tanto el 31 como el 1. Perder un día puede parecer poco importante, pero dentro de una rutina marcada, cuenta mucho. En mi caso, llevo dos temas de Tributario, Contabilidad y Economía cada semana. Quitar ocho horas supone no cumplir con lo que te has propuesto". 

En esa vorágine, lo que más está echando de menos es poder organizarse para comprar los regalos. Confiesa que no le da tiempo a todo, por lo que saca media hora por la mañana o por la tarde para tener un margen suficiente. Sin embargo, y "aunque pueda parecer muy triste", afirma que "no está tan mal": "También tengo vida y disfruto, solo que con un horario y unos objetivos que yo misma me he marcado. ¡Hay que tomárselo con filosofía!".