Son el meme del año y lo saben. Los accidentados osos polares de la Cabalgata de Reyes Magos de la ciudad de Cádiz han protagonizado centenares de publicaciones, bromas y hasta trending topics. "El oso perjudicado", "Queremos que el oso sea pregonero" o "Que los Reyes les traigan unas sesiones en un buen fisio" son algunas de las reacciones que se han hecho virales en las redes sociales ante la cabeza quebrada que lucía uno de los disfraces. ¿El origen? Un ventilador que no funcionaba correctamente en una de las patas del traje.
"En el momento lo pasamos mal, pero ahora nos hinchamos de reír", narra a EL ESPAÑOL de Málaga uno de los cinco jóvenes malagueños que protagonizaron desde dentro el meme: cuatro de ellos llevaron los trajes de osos y el quinto debía cambiar las baterías de los ventiladores dentro del disfraz conforme se fueran gastando.
No fue posible: "A la hora de salir, a duras penas conseguimos que se inflen los osos, pero uno de ellos no", recuerda Manuel (nombre ficticio), que era justamente el encargado de esa renovación de baterías. El oso de la cabalgata de Cádiz quedó para la posterioridad sin terminar de inflarse, con el cuello torcido.
"Querían un espectáculo de osos polares y el espectáculo desde luego que lo dimos, fue el cachondeo de toda Cádiz, le robamos el protagonismo a los Reyes Magos", afirma entre risas: "A nosotros ya de por sí nos pasa de todo y nuestra vida es una parodia... ¡y encima en Cádiz! Esto pasa en cualquier otro sitio y no pasa nada; pero en Cádiz, que se cachondean hasta de su propia sombra... Lo veíamos venir".
Todos los implicados prefieren guardar ahora mismo el anonimato ante el "huracán de memes e historias" que se ha creado en torno a su infortunio, pero relatan a este periódico con detalle cómo lo vivieron desde dentro: "El día 2 o 3 de enero, a través del amigo de un amigo, nos preguntan si queremos salir en la cabalgata de Cádiz, que les hace falta gente que vaya disfrazado de osos. Nos pagaban la gasolina, la comida y un dinerillo para salir en la cabalgata y dijimos que sí", comienza Manuel.
"Éramos cinco, cuatro estaban disfrazados y yo estaba fuera. Claro que nos dimos cuenta de que estaba yendo mal, porque la cabeza estaba fatal. Intentamos por todos los medios posibles que eso funcionara y no funcionaba. El ventilador del oso que iba mal no funcionaba con fuerza: no sé si la conexión, algún cable o algo... Nosotros estábamos haciéndolo todo bien, porque lo habíamos practicado para que no pasara eso, pero no funcionó", explica el malagueño, tras lo que reconoce que les intentaron ayudar tanto las propias personas del cortejo como del Ayuntamiento de Cádiz, sin suerte.
Según explica, la cabalgata no paró en ningún momento, lo que complicó la solución al asunto. "Lo pasamos realmente mal", explica: "No es nuestro trabajo, ha sido una cosa puntual y nos daba más o menos igual, pero al fin y al cabo quienes estábamos dando la cara éramos nosotros".
"Yo le dije a la compañera que estaba con el oso de la cabeza deshinchada: 'Estamos en Cádiz, vas un poco como la madre del Rey, pero no te preocupes, somos carne de chirigota. Nos harán memes y nos harán de todo, pero como nadie sabe quiénes somos, nos da igual, que nos paguen y para Málaga'", recuerda Manuel: "Yo sabía que iba a ser un cachondeo porque lo estaba viendo, lo que no sabíamos ninguno era la repercusión mediática que iba a tener, eso sí que no lo esperábamos".
Tras el agobio del momento y finalizar el desfile, fueron camino del coche y ya empezaron a ver los primeros memes. Todo el viaje de vuelta a la Costa del Sol lo pasaron viendo broma tras broma sobre su percance en redes sociales, "a cada cual mejor". Entonces se dieron cuenta: son, probablemente, el meme más célebre de lo que llevamos de 2022.
"La verdad es que nos estamos hinchando de reír. En ese momento lo pasamos mal, porque el trabajo que nos habían encargado no estaba saliendo, pero no era para nada nuestra culpa. Nosotros lo hicimos todo y lo dimos todo al cien por cien", afirma el joven malagueño, que cree que quizás otro grupo de empleados menos profesional solo se hubiera encogido de hombros y no hubiera intentado solucionar el fallo.
En ese momento, se agobiaron un poco y se frustraron -"en una ciudad que no conocemos, el coche en la otra punta, ir cargando con los disfraces ya rotos y deshinchados..."-, pero, cuando ya se tranquilizaron en el coche, no hicieron otra cosa más que carcajear: "Al fin y al cabo, se están riendo del oso, no de nosotros, que lo hicimos lo mejor que pudimos y ya está".
Las siguientes risas llegaron cuando, de vuelta a Málaga, le contaron a sus ojipláticos familiares y amigos que los famosos osos de la cabalgata de Reyes de Cádiz son ellos: "Se están partiendo de la risa. Fue algo tan de imprevisto que ni siquiera todos nuestros amigos y familiares sabían que estábamos allí".
"Gente muy allegada a nosotros está haciendo risas, memes y compartiendo cosas. No se imaginan que los osos somos nosotros realmente. Es un cachondeo", dice el malagueño, que asegura que no desvelará su identidad a muchos de sus conocidos "hasta que pase este huracán de memes e historias": "Está todo el mundo demasiado pendiente, demasiado encima. A nosotros ni nos va ni nos viene, nos echamos unas risas y ya está", sentencia, no sin antes lanzar un mensaje: "El cachondeo de Cádiz tiene mucho arte... ¡pero los que estábamos dentro éramos de Málaga!".