El arte de desayunar fuera de casa es una de esas disciplinas que consolidan el marcado carácter callejero de un pueblo. Una manera de entender la vida de puertas para fuera que se materializa en todas y cada una de las rutinas diarias. Compartir mesa para comer, cenar, tapear, cervecear y, también, como no, arrancar con el plato más importante del día. Posiblemente el único momento de felicidad y paz mental que aguarda en la plenitud de nuestro interior antes de leer el periódico y ver que todo sigue igual de mal. O de bien, porque la vida con una tostada "puede ser maravillosa".
Pero este proceso tiene sus códigos y su liturgia. El barrio, la proximidad, la cercanía, el tú a tú. Ideas materializadas en los diferentes distritos de Málaga. El Palo, punto de referencia en la ciudad, acoge todos estos elementos que lo convierten en un sitio perfecto para desayunar. EL ESPAÑOL de Málaga ofrece una selección de cuatro emplazamientos. Eso sí, hay muchos más. Tantos como vecinos tiene calle Echevarría. Cada uno proponga los suyos.
El Roper
Este bar se sitúa frente a la parroquia de las Angustias, donde se encuentra recibiendo culto la Virgen del Rosario, patrona de este histórico barrio de pescadores. Residentes de la zona hablan de este establecimiento como un lugar en el que sirven "el mejor lomo en manteca" de Málaga. El formato, a gusto del consumidor: pitufo, baguete, mollete. Eso sí, imprescindible que el acompañamiento a escoger sea un mitad. No habrá mejor forma de comenzar una mañana de domingo que con la energía ofrecida por el café y la carne de cerdo.
Bar la Herradura
Este establecimiento hostelero lleva en la barriada de El Palo desde 1967. Muchas de las referencias ofrecidas por clientes habituales hablan de La Herradura como un sitio en el que "sirven comida rica". Teniendo en cuenta que este el cometido de cualquier restaurante, el halago no puede ser mejor. Estamos hablando del típico lugar en el que a primera hora de la mañana te reciben con el café y, a medio día, con unas tapas. Cuenta con un menú del día y una terraza en la que disfrutar del mixto o pan con tomate necesario para cumplir con el dicho: estómago lleno, corazón contento.
El Sauce
Siguiendo con el refranero español, no solo de pan vive el hombre. También hay que darle alguna que otra alegría al cuerpo y una pequeña decepción a la báscula. Pese al deleite vespertino de un bocata, en la otra parte del dilema sobre la primera comida del día se encuentran los amantes de los churros. En la calle Escultor Marín Higuero sirven unas porras nacidas de la rueda de la vida, esa espiral hecha con masa frita que alegra las jornadas. ¿La bebida? leche, té, café... O un chocolate caliente. Que cada uno vote en conciencia.
Viva María
"Los mejores desayunos de El Palo". Sin necesidad de más añadidos. Seis palabras que concentran todas las miradas de los foodies madrugadores. Los cafés no solo están buenos, sino que además lucen con una pinta estupenda. El pan, acorde al conjunto. Infalible. Además, cuenta con una cocina con un "punto extra" de interés en la elaboración: "Raciones bien servidas y atención exquisita", comenta un comensal. Una propuesta gastronómica muy conseguida, con empanadas, huevos rotos, ensaladas y platos combinados. En cuanto a las tapas: croquetas, morcilla, ensaladilla rusa, albóndigas... Lo de toda la vida, que si lleva tanto tiempo, por algo será.