Los 13 Monumentos Naturales de Málaga que visitar más pronto que tarde por lo que pudiera pasar
El Tajo de Ronda, el Tornillo del Torcal, las Dunas de Artola y la Fuente de los Cien Caños son algunos de ellos, pero ¿los conoces todos?
12 marzo, 2022 05:40Noticias relacionadas
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Teniendo en cuenta cómo está el asunto geopolítico y después de dejar atrás una pandemia cuyos coletazos todavía nos sacudirán bastante, no es mala idea que vivamos nuestro día a día disfrutando de los pequeños placeres que se nos regalan.
Lejos de querer dar un vacío y paternalista consejo vital de carpe diem a lo Mr. Wonderful, lo que se pretende es que dejemos aparcadas por un instante las preocupaciones mundanas y las mundiales. No es frivolidad, es por mera salud mental. Y, después de todo, ¿la realidad cuándo ha sido fácil? ¿Acaso dentro de cien años no estaremos todos calvos? Incluso los que vienen de Turquía, eh.
En fin, fuese como fuere, la cuestión es que para desconectar un poquito vamos a darle un repaso a los 13 Monumentos Naturales de Andalucía que existen en la provincia de Málaga. Lugares que se han de visitar aunque sea una vez en la vida porque son la destilación última de los rincones más bellos e interesantes de nuestro mapa.
Su número nos lleva a pensar en la mala suerte, pero ni por asomo: Málaga está muy por delante del resto de provincias andaluzas en cuanto a la cantidad de estas especiales categorías de entornos naturales protegidos. Detrás le sigue Almería con diez de ellos, siendo Córdoba la que menos tiene con tan sólo tres. El Tajo de Ronda, el Monte de Jabalcuza y la Cueva del Hundidero fueron las tres últimas incorporaciones malagueñas y se produjeron en 2019.
¿Qué hace falta para ser Monumento Natural?
Sabemos que hay gente que considera su cuerpo un monumento, dejando vehemente constancia de ello en Instagram. Sin embargo, la demarcación de esta etiqueta únicamente la puede otorgar la Junta de Andalucía y sólo la reciben aquellos espacios o elementos naturales de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de conservación y protección especiales.
Somos conscientes de que hay quien tiene un culo que debería ser salvaguardado con la mayor de las garantías, pero, por desgracia, dicha figura de patrocinio no fue creada para estas cosas.
De carácter geológico, biótico o geográfico, los Monumentos Naturales representan valores excepcionales donde caben las formaciones rocosas, los yacimientos paleontológicos e icónicos especímenes de la flora que reúnen un interés singular por su peculiaridad científica, cultural o paisajística.
Pero ¿cuáles son los Monumentos Naturales de Málaga? Pues a continuación pasamos a listarlos.
Pinsapo de las Escaleretas
Empezamos con el pinsapo de las Escaleretas. Localizado en el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, supone un hermoso ejemplar de dimensiones pantagruélicas: tiene la altura de un edificio de cinco plantas y un tronco tan ancho que, para abarcarlo, son necesarias tres personas de considerable envergadura. Además, no se sabe con exactitud, pero se cree que su edad estaría entre, ojo, los 350 y los 550 años.
Se encuentra en Parauta, en las estribaciones del pinsapar del Cerro Alcojona, junto al camino de Las Lajas, una vía que enlazaba las vegas de río Verde con Ronda y el Valle del Genal.
Este árbol de la familia de los abetos es una joya botánica, pues se trata de una auténtica reliquia de tiempos pretéritos en la que el clima de nuestra geografía era mucho más frío y húmedo. Las especiales condiciones climáticas de las serranías rondeña y de Grazalema, con abundantes precipitaciones y la presencia de zonas de umbría, han permitido que estos supervivientes resistan exclusivamente en dicho espacio andaluz.
El Tornillo del Torcal
En 2001, el celebérrimo Tornillo del Torcal de Antequera fue declarado Monumento Natural por ser símbolo de este paraje, que se considera como el mejor ejemplo de toda Europa de los procesos y formas kársticas: una ciudad tallada en piedra, con pasadizos laberínticos, cavidades y curiosas formas.
Un paisaje complejo que parece salido de un mundo extraterrestre y que también fue declarado Paraje Natural en 1989 gracias a su importancia ecológica. Y es que más de 660 especies de plantas y más de 115 de animales se reparten entre sus veinte kilómetros cuadrados de superficie. Un paisaje onírico en el que las dolinas o torcas, pétreas como salidas de la cueva de Medusa, zarandean nuestra imaginación.
Y como si la belleza de este lugar no fuera suficiente excusa para visitarlo, proponemos también acudir para contemplar un árbol: el arce de Montpellier.
Cañón de las Buitreras
Realizar una visita al Cañón de las Buitreras, como ya reseñamos en EL ESPAÑOL de Málaga, supone conocer uno de los espacios naturales más imponentes de nuestra provincia.
El Cañón de las Buitreas se encuentra en la periferia oriental del Parque Natural de Los Alcornocales, a caballo entre Cortes de la Frontera, Benarrabá y Benalauría. Sorprende la verticalidad de sus paredes, con sus más de cien metros de profundidad, que llegan a ser doscientos en la Garganta de las Buitreras.
La fuerza erosiva del río Guadiaro ha moldeado retorcidos pasadizos e increíbles cavidades propios de los paisajes kársticos. Es por ello por lo que este Monumento Natural es, sin temor a equivocarnos, junto con el complejo de Hundidero-Gato y el Tajo de Ronda, los espacios más espectaculares de la Serranía de Ronda.
Dunas de Artola
Sólo en la Costa del Sol un Monumento Natural como son las Dunas de Artola de Marbella se podría convertir en un lugar de encuentro para furtivos escarceos sexuales: el mundo no deja de ser un lugar maravilloso.
Enclavadas en un entorno profundamente transformado y urbanizado, las Dunas de Artola o de Cabopino conforman un reducido ejemplo de lo que una vez fue esta parte de la costa mediterránea.
Se pueden distinguir tres tipos de dunas: las conocidas como las de playa, con un cierto movimiento; las dunas móviles inactivas que se encuentran cubiertas de vegetación; y, con menos incidencia, las dunas fósiles inmóviles, que se encuentran dentro del pinar.
El espacio alberga también un elemento de arquitectura militar y defensiva de origen romano, la Torre Ladrones, declarada Bien de Interés Cultural, así como un entorno para los amantes de ir por ahí desnudos.
Falla de la Sierra del Camorro
En la localidad de Cuevas de San Marcos, al norte de la provincia, creció hace millones de años la Falla de la Sierra del Camorro que tuvo que esperar otros dos milenios de nuestra era para ser declarada Monumento Natural.
Con una altitud máxima que supera los 900 metros en el pico Cuevas Altas, aquí encontramos una impresionante formación geológica fruto del choque de dos bloques de la corteza terrestre: elevándose uno de ellos, mientras que el otro se hunde.
Varado como un navío en un mar de pinos y olivos, el macizo del Camorro está formado por calizas del Jurásico y el tiempo y los procesos de meteorización de las rocas calcáreas han configurado un paisaje espectacular en el que se dan taludes encrespados verticales o casi verticales.
Entre sus cavidades se encuentra la cueva de Belda, una espectacular galería de más de 200 metros y punto central de una demoníaca leyenda que es la base para una de las costumbres más arraigadas en Cuevas de San Marcos: el triunfo de su patrón sobre un diablo.
Cueva del Gato
La cueva del Gato se formó en Benaoján mucho antes de que esta localidad naciera, y es la boca sur del sistema espeleológico denominado sistema Hundidero-Gato, del que escribiremos un poco más adelante.
Situada en el interior del Parque Natural Sierra de Grazalema, la cueva del Gato tiene más de diez kilómetros de profundidad y una decena de recorridos diferentes. Fue declarada en 2011 Monumento Natural de Andalucía, aunque antes había adquirido la condición de Bien de Interés Cultural.
Como curiosidad, reseñar que siempre se ha dicho en la zona que en esta cavidad se escondía un basilisco. Pero, sea animal mitológico, bandolero o contrabandista, lo que sí es cierto es que la del Gato ha sido siempre una cueva que ha desempeñado un papel protagonista en la vida de la zona: hace ya 14.000 años, en el Paleolítico, sirvió de abrigo a los vecinos del entorno, quienes dejaron sus pinturas rupestres como testimonio.
Fuente de los Cien Caños
En Villanueva del Trabuco se localiza un exuberante nacimiento de agua conocido como la Fuente de los Cien Caños. Nosotros, que hemos estado allí, podemos afirmar que en realidad tiene 101, siendo esta obra humana, enclavada en roca viva, sorprendente por ofrecer un hermoso espectáculo de luz y sonido.
Por tanto, goza de justa fama esta gigantesca fuente que canaliza el agua que mana de la sierra de San Jorge, en el extremo oriental de la Sierra de Camarolos, y constituyendo el aporte más importante del Guadalhorce, el río más caudaloso de la provincia de Málaga.
Ahora bien, la dura sequía que venimos padeciendo ha hecho que la Fuente de los Cien Caños luzca actualmente como se aprecia en la imagen bajo estas líneas. Una muestra más de que debemos luchar por conservar los recursos hidrológicos de la provincia.
A pesar de su situación en este seco invierno, el lugar sigue estando rodeado por un hermoso y variado paisaje con vegetación típicamente mediterránea: olivos, pinos, encinas, arbustos y monte bajo, por lo que está que ni pintado para pasar un día de campo.
Los Tajos del Alcázar
La geografía de los Tajos del Alcázar supone una excusa perfecta para practicar la saludable costumbre del dominguero de pro: el senderismo. Esta formación rocosa se encuentra en Alcaucín, al noroeste de la Sierra de Tejeda, en el interior del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. En este entorno se sitúa una de las zonas más ricas en cuanto a flora y fauna de la Axarquía, lo que provocó que fuera declarado de Monumento Natural de Andalucía en 2011.
Entre sus numerosos rincones destaca el Tajo de El Fuerte, situado a 1.820 metros de altitud, con más de 170 de desnivel y 500 de longitud. Se trata de un lugar inaccesible, sólo frecuentado por aves rapaces y cabras monteses. Situado en la cabecera del arroyo del Alcázar, presenta una flora de gran interés ecológico.
Mirador de la cuenca del río Turón
También conocido como el mirador del Guarda Forestal, este punto de observación ofrece una estupenda panorámica desde el límite norte del Parque Nacional Sierra de las Nieves, contemplando fuertes contrastes y una extraordinaria belleza.
Situado en El Burgo, también fue declarado Monumento Natural de Andalucía en 2011 y, desde él, como escribimos, se divisa la práctica totalidad de la cabecera de la cuenca del río Turón, afluente del Guadalhorce, ya que el mirador se encuentra a unos 900 metros sobre el nivel del mar.
Extensas masas boscosas de pinsapos, pinos carrasco, rodenos, encinas, cornicabras y enebros, así como vistas en cinemascope del tajo del valle de Lifa, las cimas de Pilones y Sierras Cabrillas, las ruinas del convento Virgen de las Nieves, y la cascada y el molino de la Fuensanta, aguardan a que vayamos a echarles un ojo. Sabremos que estamos en el lugar correcto si vemos la estatua que se instaló en 1977 con motivo del centenario de la creación del cuerpo de Guardas Forestales.
Nacimiento del río Genal
Aquí en EL ESPAÑOL de Málaga ya recomendamos hace tiempo hacer una visita al Nacimiento del río Genal y nos consta que quien la ha hecho no se ha arrepentido. El Genal nace en Igualeja en este Monumento Natural, que lo es desde mucho antes de 2011, cuando fue declarado oficialmente como tal.
Es un afloramiento del acuífero de Sierra Blanca, en el marco de la Serranía de Ronda, y sus aguas, cristalinas, frías y puras, surgen a borbotones de las entrañas de la tierra por una bella oquedad en un paraje cargado de vida.
En su primer andar, el río, afluente del Guadiaro, parte en dos el callejero y las huertas de la localidad que lo ve nacer: un laberinto de calles empinadas y casonas que igual se agarran a los abruptos paredones que horadan la roca.
Cueva del Hundidero
Lo menos que se puede decir de la cueva del Hundidero de Montejaque es que es impresionante. Situada al fondo de una garganta por la que circula el río Gaduares o Campobuche, tiene más de 50 metros de altura.
El río atraviesa toda la sierra para reaparecer por la ya mencionada cueva del Gato, separada cuatro kilómetros del Hundidero, por lo que ambas cavidades conforman un trazado único de galerías. De hecho, se trata del sistema espeleológico más importante de Andalucía, con más de 9.000 metros topografiados, y uno de los mayores de España.
Contemplar y quedarnos perplejos ante tanta magnitud rocosa, impresionados bajo semejante mole de piedra, da una perspectiva más humilde de la vida. Admirar, invitándonos a la reflexión, las caprichosas formas que toman las paredes con infinidad de tonos y luces, casi nos hará olvidar nuestras preocupaciones diarias o que el mundo se va a la porra a lomo de pandemias y guerras.
Monte Jabalcuza
En Alhaurín de la Torre nos topamos con el Monte Jabalcuza, un accidente geográfico que constituye un emplazamiento excepcional a nivel paisajístico por su posición de dominio, con la aglomeración urbana a sus pies, y por sus diversas planicies en forma de terraza y sus acantilados.
Es, por tanto, un punto estratégico desde el que se visualiza el cordón montañoso litoral y el valle del Guadalhorce, destacando su relieve alomado que llega hasta el mar, por lo que fue declarado Monumento Natural en 2019. En Jabalcuza se distinguen mármoles azules y blancos y un suelo especial conocido como terra rossa, muy arcilloso y rojo.
Tajo de Ronda
¿Cómo no iba a estar incluido el Tajo de Ronda entre los Monumentos Naturales de Andalucía? Pues este lugar tan hermoso como cinematográfico, que ha configurado la realidad de la ciudad rondeña desde que fue fundada, lo es sólo desde el pasado 2019.
Un espacio en el que la garganta excavada por el río Guadalevín se abre hacia La Caldera, una hondonada de forma circular que conforma un entorno con un valor ecológico y cultural incalculable.
¿Qué podemos decir que no se sepa ya del viejo Tajo de Ronda? Poco la verdad. Y es que este lugar destaca por ser una impresionante formación geológica cuya importancia se ve incrementada porque también atrae el interés de los aficionados al avistamiento de aves. ¡A Ronda no le falta de nada! Bueno, tal vez una playita.