El equipo senior del Club de Remo Tiburones de Pedregalejo estaba entrenando esta mañana de sábado para el Campeonato Provincial de Jábegas, cuando, de repente, recibían una visita de lo más especial, totalmente inesperada. Unas parejas de delfines rodeaban la embarcación en la que se encontraban, la Cordela.
Álvaro Muñoz, uno de los integrantes del club, reconoce a EL ESPAÑOL de Málaga que han vivido "un momento muy emotivo". Los han visto muy tranquilos y especialmente cerca de los espigones de Pedregalejo, algo extraño por la hora que era, aproximadamente las 10.30 horas.
"Nos los hemos encontrado a la vuelta, en Pedregalejo. A la altura del Balneario se fueron de nuevo hacia dentro. Ha sido espectacular porque nos han seguido, aunque ellos iban un poquito más rápido", indica Muñoz, que no dudó en capturar el bello momento con su teléfono móvil. Las imágenes no tienen desperdicio.
No es la primera vez que se los topan, pero nunca se habían cruzado con ellos tan cerca. "Suelen acercarse más cuando cae la tarde, en verano. En ese horario y esta época ha sido flipante. Había hasta una cría", relata.
Según relata Muñoz, ahora comienza la época del desove de la sardina y el boquerón en la Costa del Sol. "Todos los afloramientos de peces que están en profundidad habitualmente en la bahía de Málaga suben a la superficie y los delfines se acercan mucho a tierra", zanja.
Las imágenes son mucho más alegres que las que recorrían las redes sociales el pasado mes de enero cuando, tras un fuerte temporal de viento en el litoral malagueño, eran decenas los cadáveres de delfines que llegaban a la orilla. Mons, del CREMA del Aula del Mar explicaba en enero a este periódico que los delfines que mueren en el mar, normalmente, o acaban en el fondo o se los comen otros animales. Sin embargo, el viento los trajo a la orilla. Así, señaló que, en invierno, estos episodios suelen ser habituales en las playas malagueñas con especies heridas o sin vida.