María José García tiene 22 años y, pese a su juventud, puede decir que es la mujer más guapa de Málaga este año. La joven antequerana se hizo con el título de Miss Málaga en el certamen provincial que se celebró en Rincón de la Victoria hace unas semanas y acaba de volver de Pineda del Mar, donde la malagueña se ha hecho con el tercer puesto (2ª dama) en el de Miss España.
Asegura que está contentísima con el resultado pese al poco tiempo que ha tenido para prepararse. El mes de junio ha sido muy intenso para ella, especialmente el último round. "Yo sabía que si ganaba el provincial tenía solo una semana para prepararme el nacional así que yo iba al 100% para el provincial. Me preparé lo mejor posible para aprovechar ese aprendizaje en el nacional si me convertía en Miss Málaga", explica.
Competía contra chicas que ahora son como "hermanas". Muchas de ellas con un tiempo de preparación superior al suyo. La candidata de Las Palmas de Gran Canaria, según María José, había sido elegida tres años antes como Miss Las Palmas. "Al final no te puedes comparar con alguien así. Yo me quedo con que llegar a mi puesto de segunda dama es algo increíble", añade.
Sí que confiesa que, como en todos sitios, la competitividad estaba presente. "Muchas veces pensabas que otra chica tenía el pelo más largo, las piernas más largas... pero lo mejor que me llevo de la experiencia ha sido el conjunto de mis compañeras. La convivencia ha sido algo muy gratificante y hemos estrechado un vínculo muy rápido entre todas", declara.
¿Y cómo se prepara una chica para un certamen así? Aunque mucha gente crea que en este tipo de concursos de belleza todo se queda en lo físico, nada de eso. Para María José, lo más difícil de preparar fueron las clases de oratoria y el inglés. También trabajó mucho la labor de modelaje en pasarela. Tenía experiencia, pero no en el ámbito de los certámenes. "Al final, como modelo en pasarela simplemente haces que luzca la ropa, que sea la protagonista, pero en este sentido tienes que ser tú la protagonista. La sonrisa, la exuberancia, el coqueteo, los pasos más destacados... hay que practicarlos", explica.
En 2017 se presentó a Miss España por la firma de Miss Universo tras convertirse en Miss World Antequera y vivió una experiencia totalmente diferente a la de esta edición. "Con 17 años no tienes la misma experiencia o fortaleza mental que tengo ahora a mi edad. Con esa edad es cuando te autodescubres y empiezas a saber cómo eres", dice. Reconoce que ahora sabe cuáles son sus fortalezas y debilidades y la persona que es.
Desde adolescente está dentro de una agencia de modelos, que fue el medio que le ofreció a presentarse a Miss World Antequera. Llegó a ella cuando uno de sus responsables la vio desfilando en un desfile de flamenca con apenas diez años. "Cuando me ofrecieron mi primer certamen, con 16 años que tenía, a mis padres casi les da algo. Me dijeron '¡Ni se te ocurra!', pero al final desde la agencia les aseguraron que iba a estar muy cuidada y mis padres confiaron en ellos y acabé presentándome", cuenta.
Ahora se encuentra estudiando el grado de Administración y Dirección de Empresas. Está en tercero y acaba de finalizar los exámenes antes de las vacaciones ve verano. Eligió la carrera con proyección al futuro de tener su propia empresa y compartir su experiencia sobre moda y certámenes de belleza con otra que le encanta: el cuidado personal y mental y la alimentación.
"Soy muy de hincar codos, aunque después no saque la nota que creo merecerme. La satisfacción personal es lo más importante cuando trabajas tanto. No es lo mismo que sacar un 10 sin esfuerzo", sostiene.
De cara al futuro, María José no descarta que volverá a presentarse a más ediciones de este certamen. "¡Es que me he quedado a las puertas de la gloria!", exclama. Tiene la opción de presentarse hasta que cumpla los 26 años, así que no piensa perder la oportunidad si se la brindan. "No lo descarto. Si me veo preparada y surge, iremos para delante", expresa.
Nunca ha tenido pareja. "Eso de que se liga mucho siendo Miss es mentira", espeta. Igualmente tampoco va buscándolo. Su madre siempre le dice que quizás imponga demasiado a los que lo intentan. "Ligar no es mi foco de atención. Estoy muy concentrada en mis estudios y en mi preparación. Si surge, surge, pero la verdad es que nunca lo he echado en falta", añade.
A los que critican a los certámenes de belleza, les asegura que "están muy equivocados". "Ser Miss España no es solo valorar la belleza. Se valoran otros muchos más atributos de una mujer", dice. Apunta, además, que la ganadora de la gala nacional, Miss Castellón, es médico y una mujer "muy completa". María José está convencida de que una de las cosas más positivas de estos concursos es que se valora mucho que "todos somos diferentes y se ve lo mejor de cada uno".
"Ganando este certamen ganas convertirte en la referencia de un montón de gente por dar tu granito de arena a la sociedad, no solo por la belleza. Mi proyecto social se ha enfocado al acompañamiento de personas mayores y cada compañera tenía una causa diferente a la que ayudar", zanja.