Bioparc Fuengirola echa el cierre de 2022 con mil y una historias que contar y sobre las que ahora quiere volver a poner luz. Un balance con el que repasar los acontecimientos más importantes de un ejercicio marcado por la recuperación tras la pandemia de la Covid.
En su particular listado de hitos, desde el centro recuerda el estreno en el canal DMAX a principios de año de la docu-serie Crónicas del Zoo. Ese documento permitió a la audiencia acompañar a los cuidadores de los Bioparc en sus tareas diarias, descubriendo curiosidades varias de los profesionales y de los animales.
En marzo, el dragón de Komodo macho se convertía en el primero de su especie en ser operado de cataratas en Europa. Esta intervención ha permitido que su reproducción sea todo un éxito, ya que en verano la pareja de dragones sorprendía a todo el parque con una cópula y puesta de doce huevos. De ellos, cinco siguen adelante y el parque “espera tener buenas noticias en unos meses”.
En mayo, dos nuevos ejemplares de tortuga palustre asiática se sumaban a la familia de Bioparc Fuengirola, una especie catalogada por la UICN como "en grave peligro de extinción". Ambos descienden de los ejemplares incautados en 2001 en Hong Kong. Antes de ser confiscadas estaban destinadas a convertirse en exóticos platos de restaurantes.
Ese mismo mes, el grupo de flamencos del parque malagueño realizaba su mágico cortejo y peculiar nidificación. Un proceso que permitió, a principios de verano, dar la bienvenida a una decena de polluelos.
Otros nacimientos que han tenido lugar han sido los del pequeño ciervo ratón durante el verano o una cría de la paloma más grande del mundo, la coronada occidental, este pasado otoño. En junio cumplía su segundo año, la pequeña cría de gibón de mejillas doradas, al tiempo que se conocía su sexo, macho. El público de redes sociales pudo elegir su nombre: Grumete.
Pero, además, la familia de Bioparc creció con la llegada de un nuevo ejemplar de panda rojo, lo que ha permitido conformar una pareja reproductora; dos hermanos puercoespines sudafricanos nacidos en Valencia, y una hembra del colorido cálao bicorne.
No todo han sido buenas noticias, porque en verano el complejo despidió a Toñi, la hembra de leopardo de Sri Lanka. Era una de las hembras más longevas del EEP de esta especie en Europa.
Historias que reflejan el trabajo de equipo de Bioparc Fuengirola, que sigue trabajando en la conservación de especies, tratando de concienciar a los visitantes sobre la necesidad de conservar la fauna salvaje y sus hábitats naturales.
También participa en los Programas Europeos de Especies en Peligro (EEP) coordinados por la EAZA, reproduciendo algunas de las especies en peligro crítico de extinción. Asimismo, la Fundación Bioparc colabora en programas de protección y restauración de los hábitats de estas especies en su lugar de origen.
Actualmente, el parque alberga casi cuarenta especies amenazadas como el dragón de Komodo (el mayor lagarto del mundo), el ciervo ratón (el más pequeño de los rumiantes), aves como el ánade malgache, el faisán de Edward o el cálao de las Bisayas, o mamíferos como el lémur negro, el orangután de Borneo, el leopardo de Sri Lanka o el impresionante tigre de Sumatra.