La historia de la humanidad todavía no ha sido capaz de encontrar respuesta a las grandes incógnitas que nos persiguen desde el principio de los tiempos. No solo en el ámbito de la ciencia o la filosofía. La gastronomía también se enfrenta a dilemas de corte teórico sin consenso entre los académicos. La tortilla de patata (con o sin cebolla) o la pizza (con o sin piña) son algunos ejemplos.
En estas fechas, el epicentro del debate se traslada hacia los roscones de Reyes. La gama de posibilidades va más allá del clásico o el de nata, porque ahora también pueden ser de pistacho o Lotus. Esa es la propuesta con la que La Cheesequería ha endulzado las fiestas: "Entre todas las Navidades hemos vendido 600 unidades, aunque si sumamos los miniroscones llegamos a los 1.000", explica el creador de este negocio, Ricardo Álvarez, en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.
Solamente en las vísperas del día de la cabalgata llegaron a producir más de 400: "Aunque las opciones clásicas (con o sin nata) siguen triunfando, a la gente le llama mucho la atención el de pistacho o de lotus, especialmente el primero", explica. De hecho, asegura que un gran número de clientes llegan a su establecimiento de calle Carretería o Mayorazgo afirmando que han cambiado su pastelería tradicional por La Cheesequería.
La clave, según relata, está en la receta: "Utilizamos nata fresca, que le da un sabor impresionante. Además, la masa con la que los preparamos es estilo brioche; mantiene la esencia del roscón, pero con mucha mantequilla, lo que hace que no se quede seco", cuenta.
Álvarez tenía pensado preparar una edición especial de tarta de queso, pero la cantidad de trabajo ha obligado a trasladar esta opción al próximo invierno. Sin embargo, durante unas semanas, la carta sí que ha contado con algunos de estos dulces versionados, como es el caso del panettone de chocolate y naranja o de pistacho y chocolate blanco.
Para este día de Reyes han preparado una compra extra, pensando especialmente en todas esas personas que se reúnen para merendar y que no han tenido la oportunidad de probar uno de sus roscones 2.0.