Buenos Aires aterriza en Málaga de la mano de Horacio Coppola y Grete Stern, dos figuras que ocupan un lugar principal en la historia de la fotografía moderna del siglo XX y cuyas imágenes se podrán ver hasta el 10 de septiembre en el Museo Carmen Thyssen Málaga.
El proyecto expositivo se ha realizado gracias a la participación de Fundación Telefónica, que ha cedido las 125 fotografías de su colección de arte que vieron la luz en su sede de Madrid en 2008.
A estos fondos, el Museo Carmen Thyssen suma la producción de Grete Stern -pareja en lo personal y lo profesional de Coppola-, gracias a la cortesía del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).
La obra conjunta coge de prestado el título del primer poemario de Jorge Luis Borges: Fervor de Buenos Aires. No es algo casual, ya que el poeta y Coppola estuvieron unidos por una amistad y compartieron decenas de paseos por la capital porteña.
El vínculo de las obras de Coppola y Stern también es tangible: en el caso del primero, por su fascinación por la moderna metrópoli en constante ebullición; en el de Grete Stern, por el ambiente artístico renovador y vibrante en que creó sus mejores fotografías.
Ambos fueron dos fotógrafos de vanguardia que causaron gran impacto en Buenos Aires desde su llegada conjunta a la ciudad, a mediados de los años 30.
Sus imágenes parten de las corrientes de vanguardia fotográfica europeas, especialmente alemanas, pues ambos se conocieron y formaron en la Bauhaus de Berlín. De esta forma, proponen una mirada inédita en el panorama argentino de la época, exploran la mirada directa del fotógrafo, en composiciones audaces y experimentales, con marcados contrastes de luces y sombras y encuadres inesperados.
Fervor de Buenos Aires propone pues "un diálogo inédito hasta ahora en España entre ambos representantes de la fotografía de vanguardia, que tanto compartieron y tuvieron en común", en palabras de Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga.
La exposición, que se ha inaugurado este lunes, continúa con la línea expositiva que la pinacoteca dedica a grandes clásicos de la fotografía como reivindicación de esta disciplina artística y que ha puesto el foco ya en Paul Strand o Helen Lewitt y Lisette Model.
125 fotografías de Coppola
Las 125 fotografías del argentino Horacio Coppola (1906-2012) constituyen un completo repaso por la producción del artista. El recorrido comienza por las fotografías vanguardistas adscritas a la corriente de la Nueva Visión de finales de los años veinte, para continuar por las influidas por su paso por la Bauhaus (1932-1933) y recalar en su principal creación: Buenos Aires 1936. Visión fotográfica, encargo recibido por la administración municipal para conmemorar a través de un fotolibro el cuarto centenario de la fundación de la ciudad.
Es en este fotolibro donde despunta la pasión de Horacio Coppola por la arquitectura y se recrea en todas las facetas del urbanismo de Buenos Aires: desde los vestigios de la ciudad vieja -la horizontal- al dinamismo de la nueva que se iba construyendo, la Buenos Aires vertical. A Coppola le fascinaba la arquitectura y en sus paseos por Buenos Aires centra sus fotografías en calles y edificios, buscando puntos de vista y encuadres donde las geometrías e incluso la abstracción son protagonistas.
La ciudad es la verdadera retratada en sus fotografías de los años treinta. Su obra es entonces un homenaje a su ciudad natal, vista como nunca antes lo habían hecho otros fotógrafos. La mirada de un paseante fascinado por la monumentalidad de la ciudad, por las líneas de fuga de sus extensas avenidas, por su transición entre la tradición y la modernidad, entre el pasado y el futuro.
La exposición muestra ejemplos de sus primeros años, en Argentina y Europa, donde configura un lenguaje de enorme modernidad. De esas experiencias surgirá su mirada propia, su “visión fotográfica” como él mismo decía, con la que retratará Buenos Aires en los años treinta.
De manera coetánea al trabajo del fotolibro Buenos Aires 1936. Visión fotográfica, y en la coyuntura de la construcción del célebre obelisco, referencia de la arquitectura bonaerense, Horacio Coppola decidió por su cuenta llevar a cabo su cuarta película de su faceta cineasta: Así nació el obelisco, en la que emplea numerosos recursos para mostrar su grandiosidad, su altura y el detalle de los materiales empleados. Este cortometraje también podrá visualizarse en la exposición.
Grete Stern y Sueños
Por su parte, la figura de Grete Stern (1904-1999) ocupa otro espacio con peso propio y diferenciado en Fervor de Buenos Aires. En concreto, veinticinco imágenes de las 140 de su serie Sueños, publicada entre 1948 y 1951 en la revista femenina Idilio.
Grete Stern se convirtió en referente de la vanguardia bonaerense por su trabajo como diseñadora y fotógrafa. Con sus trabajos en Sueños, Stern pudo cumplir con una aspiración fundamental para la fotografía moderna: convertirla en un lenguaje de expresión artística que alcanzara a todos los niveles, no limitada sólo a los ambientes artísticos.
El fotomontaje fue una técnica que se cultivó de forma extensa en la Europa de los años veinte y treinta y con la que Stern se dedicó al diseño publicitario y editorial, en Alemania y Buenos Aires.
Las obras seleccionadas para la exposición conjugan la creatividad compositiva y la experimentación técnica con una crítica a la situación de la mujer en la Argentina peronista. Componen, pues, una suerte de manifiesto en clave feminista de una artista comprometida e independiente, imaginativa y audaz.