Las consecuencias del cambio climático en Málaga: habrá olas de calor que durarán más de un mes

El cambio climático es una certeza y ya estamos notando sus consecuencias en Málaga con temperaturas cada vez más extremas y lluvias torrenciales. Esto va a ir a más con el paso de los años y ya hay numerosos estudios que hacen todo tipo de previsiones, más o menos optimistas. Varios expertos acaban de realizar uno de carácter provincial para la Diputación de Málaga y las conclusiones son muy llamativas. 

Entre ellas, apuntan que las temperaturas extremas máximas y mínimas "sufrirán aumentos elevados, incluso por encima de los tres grados, a finales de siglo". La temperatura media en la provincia de Málaga ha sido de 16,2 grados entre 1961 y el año 2000. Se estima que entre 2011 y 2040 se incrementará en 1,3 grados; en 2,3 entre 2041 y 2070, y en 3,4 grados entre 2071 y 2100. 

Hará, por tanto, más calor del que ya tenemos en esta provincia. La temperatura máxima media anual superará los 24 grados y la mínima los 14 grados. "Estos aumentos se notarán especialmente en las estaciones a priori más cálidas, corroborando con una evolución al alza del número de días y, lo que es más preocupante, de las noches cálidas", indica este estudio firmado por Mª Carmen Romero, Miguel Ángel León, Teresa Portero, Sara Carvajal, Yolanda León, Sergio Ballesteros y José Luis Palacios.

Ahora, en 2023, ya estamos observando claramente que el tiempo está loco. Que lo mismo hay una ola de calor en enero que diluvia un día y provoca todo tipo de inundaciones. Lógicamente es un fenómeno global, está ocurriendo en todo el planeta, y en el caso concreto de Málaga vamos desde un clima mediterráneo hacia un clima prácticamente tropical. 

En este sentido, estos expertos indican que "se esperan aumentos importantes tanto de la intensidad como de la frecuencia y duración máxima de las olas de calor, que a medio plazo ya verán duplicadas su duración". La duración máxima de una ola de calor en Málaga entre 1961 y 2000 fue de 10 días y para finales de siglo puede llegar al mes. También está previsto que se dispare el número de días de calor (más de 40 grados) y de noches tropicales (más de 22 grados). 

En el sector turístico costasoleño suele ser un eslogan de marketing que en Málaga hay 320 días de sol al año. La situación será más acuciante porque, según se recoge en el informe, esos 320 días serán totalmente secos a finales de siglo. El 87% de los días del año habrá precipitaciones inferiores a un milímetro. 

Lloverá algo menos, pero cuando lo haga será más intenso. "Lo que antes llovía en 58,2 días de media, a finales del siglo XXI lo hará en poco más de 44 días al año", indican. 

"El clima en general se vuelve más seco y cálido (tropicalización), ya que los climas típicos del litoral irán ganando terreno hacia el norte ocupando el territorio de las primeras barreras serranas cercanas al mar (sierras Bermeja, Blanca, de Alpujata, de Mijas, Montes de Málaga y las primeras estribaciones de la Sierra de Almijara)", exponen en el estudio.

Habrá cambios de clima en toda la provincia, pero se subraya que serán más evidentes en la Serranía de Ronda y en la comarca de Antequera. En Ronda se tenderá a un clima con temperaturas más suaves y seco y en el caso de Antequera será aún más extremo, con veranos más calurosos e inviernos más secos y fríos. 

¿Qué se puede hacer para evitarlo?

Parar el cambio climático se antoja complicado ya que necesita la adopción de una serie de medidas a nivel mundial y mucha concienciación. Pero gota a gota se forman los océanos y en el caso de Málaga la Diputación ha diseñado el Plan de Adaptación al Cambio Climático de la Provincia de Málaga (Plan Adapta) que, además de los datos reflejados con anterioridad, entre otros aspectos, aporta una serie de actuaciones a desarrollar. 

Incluye un listado con 44 medidas para la prevención de inundaciones e incendios, paliar la escasez de agua, renovar edificios, adaptar los recursos turísticos o cuidar la salud, entre otros objetivos. 

Entre esas medidas están, por ejemplo, la renaturalización de los ríos en sus tramos urbanos para evitar inundaciones, la recarga de acuíferos subterráneos, un plan de sombras, etcétera.