El gigante cinematográfico Disney ha rebautizado por despiste una calle de Málaga. Hace unos días podíamos ver cómo la estadounidense rodaba en pleno Centro de Málaga We Were the Lucky One, una miniserie basada en la obra de la escritora Georgia Hunter, que habla sobre su familia judía durante el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. Los protagonistas son los hermanos Kurc, residentes en Polonia, que ven con sus propios ojos cómo la guerra estalla y como su familia se rompe. Uno de ellos, Addy, consigue un visado para Brasil y entra en la sala de piano de primera clase de un barco lleno de refugiados con destino a Río de Janeiro. Es precisamente su trama la que tiene lugar en una Málaga de lo más brasileña.
La miniserie trata cinco historias del Holocausto además de la de Addy: Jakob, consigue casarse con el amor de su vida en una casa abandonada con una banda sonora de sirenas aéreas; Mila esconde a su hija en un convento católico a las afueras de Varsovia que semanas después encuentra en ruinas; Genek sobrevive al invierno en un gulag siberiano antes de embarcarse en un éxodo a través de Persia y Halina intenta huir embarazada a pie por los Alpes austríacos.
La semana pasada, el rodaje de Disney se trasladaba a la calle Pastora y al interior de la Antigua Casa del Guardia, que se convirtió en algunas tomas, gracias a la magia del cine, en una tasca brasileña. Lo curioso de todo esto es que el equipo del rodaje decidió esconder a la cámara los nombres reales de las calles malagueñas que rodean al establecimiento. La calle Panaderos se convirtió en la Rua do Santo Redentor y la calle Pastora, en la Rua do Sol, tal y como dicen los carteles de color azul marino que colocaron sobre las indicaciones oficiales del callejero malagueño.
Pese a que probablemente cientos de proyectos se fijan en Málaga para rodar por su clima, lo cierto es que la lluvia no les facilitó la labor al equipo de We Were the Lucky One, que traía a la ciudad costasoleña probablemente el rodaje más espectacular de la última década.
Se les notó algo agobiados, especialmente durante el rodaje en el entorno de la Antigua Casa del Guardia, cuando llovía con intensidad. Quizá fue este cambio de planes lo que ha provocado que olviden uno de los carteles que colocó el equipo de arte en la calle Pastora, que aún persiste en la citada vía para curiosidad de algunos viandantes.
San Juan
Al igual que calle Pastora o la plaza del Obispo, calle San Juan también fue una de las localizaciones elegidas por Disney para llevar aires brasileños a la ficción. Para la ambientación del lugar, el equipo tomó varios establecimientos de la céntrica calle. La esquina con calle Calderón de la Barca, por ejemplo, se convertía en un taller de encuadernación y trabajos en cuero, tal y como se podía leer en los rótulos escritos en portugués que lucen en la fachada y en el material dispuesto en su interior.
El ajetreo del equipo de rodaje se mezclaba con los muchos curiosos que no dudaron en preguntarles qué estaban filmando o en tomar fotos y vídeos de la escena. De fondo, además, no dejaba de oírse a algunos trabajadores indicándole a los viandantes en inglés que podían cruzar entre las grúas. Solo en momentos de grabación, pedían discretamente que guardaran silencio, a la par que al cielo le pedían que cesara la lluvia, aunque fuera por un rato.