La Cueva del Tesoro, situada en la localidad malagueña de Rincón de la Victoria ha recibido durante el primer semestre de 2023 un 31,5% más de visitas que en el mismo periodo del año pasado. Es decir, un total de 35.824 personas se han adentrado en la gruta desde enero a junio, frente a las 27.229 de los primeros meses de 2022.

 "Se trata de unos magníficos datos que continuarán en ascenso durante el periodo vacacional de verano, reforzado por las continuas acciones promocionales que realizamos durante el año", ha manifestado el concejal de Turismo, Antonio José Martín. Así lo confirman las cifras registradas en junio, con un total de 7.633, aumento del 60% frente a junio del año pasado. 

Junto a las situadas en Asia y América Central, la Cueva del Tesoro es una de las tres cuevas de origen marino de las que hay constancia. Se encuentra en El Cantal, una zona formada por pequeños acantilados. En su interior se encontraron restos del Paleolítico y la Edad de Bronce, así como muestras de Arte Rupestre.  

El turista español continúa siendo el visitante mayoritario de la gruta, ocupando el 81,6%. Han sido 29.233 los que se han adentrado en la Cueva del Tesoro en estos primeros seis meses. El 18,4% restante han sido turistas internacionales donde predominan por nacionalidades, los británicos con el 28%, seguidos de visitantes alemanes, con un 26%, además de franceses e italianos.

Francisco Salado, alcalde de Rincón de la Victoria, ha mostrado su satisfacción "por las excelentes cifras de visitantes, que nos distinguen como destino cultural y turístico diferente y único al resto". Además, ha afirmado que la Cueva del Tesoro, la Cueva de la Victoria y Villa Antiopa, abierta a finales de 2022, son la mejor carta de presentación de la localidad.

Asimismo, Salado ha valorado "los buenos resultados de visitas que está recibiendo Villa Antiopa". El lugar, que abrió sus puertas el pasado diciembre, es una de las villas romanas mejor conservadas de toda Andalucía y en su interior contiene mosaicos de gran valor. El lugar, pese a que estuvo cerrado al público, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía en 2008.

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