Aunque muchos creen que María Casado es malagueña, por su cercanía con la capital de la Costa del Sol, la realidad es que ella nació en Barcelona. Sin embargo, lo que sí que tiene claro es que la que llevará en su DNI Málaga como localidad de nacimiento será la pequeña Daniela, su hija, que nacerá en apenas un par de semanas.
Así lo confirmó a EL ESPAÑOL de Málaga durante la última edición de la gala Starlite, un evento solidario organizado por la fundación que lleva el mismo nombre y la Fundación Lágrimas y Favores de Antonio Banderas, su gran amigo y compañero de empresa, pues ambos trabajan mano a mano en Soho TV.
La malagueña de adopción reconoció estar un poco nerviosa esperando la llegada de Daniela. "Un poco, lo justo y lo necesario", matizó. Durante los ocho meses de embarazo, María no ha descansado ni un segundo, por lo que casi no le ha dado tiempo a pensar en lo que le viene a continuación. "Prefiero no pensar mucho. Tengo muchas ganas de ver a mi hija. Me cojo la baja en breve. De momento estoy trabajando todavía, pero tengo ganas de que llegue el momento. Muchas ganas", expresó.
Daniela vio desde la barriga de mamá cómo a Málaga le arrebataban el sueño de la Expo 27, algo que María "no se perdonará jamás". Con su habitual sonrisa y gran profesionalidad, la presentadora lo dio todo y más durante la presentación en inglés, pero no pudo ser. Aunque es su primer embarazo y está siendo toda una todoterreno, Casado no está haciendo nada especial para preparar la llegada de Daniela. "Vivo el día a día, ni ejercicios ni cambio de alimentación", dijo.
La que sí que hace mucho ejercicio, pues la vemos en las imágenes que comparte en Instagram, es su pareja, Martina Dirosso, quien la acompañó en la alfombra roja de la gala Starlite, siempre desde un segundo plano y muy pendiente a que María no se tropezara, algo que es su "mayor miedo".
"Las dos vamos a organizarnos como podamos. Como todas las familias. Ella y yo encajaremos horarios. Y cuando no podamos, ya tenemos a mi madre por ahí, para echarnos una mano. Como ocurre en todos lados. Creo que no haremos nada fuera de lo normal", declaró la presentadora, con una sonrisa. "Ya queda muy poco para verle la carita, por fin", afirmó.
Apuesta por la moda malagueña
Y sabiendo el amor que la pareja tiene por Málaga, apostaron incluso por esta ciudad a la hora de elegir el outfit para la velada. Pese a que el dresscode estaba inspirado en los dioses griegos y debían primar los colores blancos, dorados y plateados o pasteles, tanto Martina como María fueron de negro y vestidas por Julieta Brand, de la diseñadora malagueña Maryam Blanes.
El motivo es que no se quedaron a la gala porque María, embarazadísima, no está para esos trotes. La comunicadora solo formó parte del acto que Ford, partner de movilidad del evento, hizo al inicio de la alfombra roja para presentar junto a Antonio Banderas el nuevo Ford Explorer.
"Maryam es encantadora. En cuanto pegamos a su puerta, nos ayudó y nos lo puso todo muy fácil", declaró la pareja, que apostó, en el caso de María, por el clásico estampado de escamas de la marca para una parte superior, y una falda larga con apertura larga y fluida de color negro. Martina, por su parte, fue más cañera y arriesgada con un conjunto de dos piezas formado por una torera de animal print y unos pantalones wide leg con banda lateral de leopardo que combinó con el pelo suelto y unas Dr. Martens.