Difícilmente la rica historia de Andalucía, sus costumbres y sus hábitos, serían entendibles sin la comunidad judía y su presencia en esta tierra, de la que se tiene constancia desde la época de los romanos. Sus aportaciones a la cultura, el comercio, la poesía, la medicina o la astronomía son claves en su origen.
Este vínculo centenario se mantiene muy presente en los apellidos de decenas y decenas de vecinos de las ocho provincias andaluzas. Ciudadanos que, en muchos casos, tienen su origen en los sefardíes, que eran los judíos que vivieron en la Corona de Castilla y la Corona de Aragón hasta su expulsión en 1492 por parte de los Reyes Católicos.
Muchos de ellos fueron expulsados de España y se refugiaron en Portugal. Los que se quedaron en España, por su parte, se convirtieron al cristianismo, aunque muchos solo de palabra. Desde aquel entonces, las comunidades judías de España y Portugal fueron conocidas como sefardíes o sefarditas.
A finales de 2012, el Gobierno publicó por primera vez la lista oficial de apellidos de familias de judíos ibéricos. Todos estos apellidos están extraídos de libros en los que se compilan listas de los penitenciados por el Santo Oficio de la Santa Inquisición, de los censos de las Juderías de nuestro país y de otras fuentes que demuestran que la persona que lleva el apellido es israelite o judeo-conversa.
En la lista publicada hay 5.220 apellidos sefardíes. Algunos de ellos son más populares que otros. A continuación, una selección los más habituales y te permitirá saber que si tienes alguno de ellos, tu origen está vinculado a los judíos:
A
Abraham
Acevedo
Acosta
Aguado
Aguiar
Aguilar
Alarcón
Alba
Aldana
Alcalá
Alegre
Alfonso
Alfaro
Almeida
Alonso
Álvarez
Amigo
Amado
Amaya
Aranda.
B
Baltasar
Báez
Barral
Barrios
Beato
Benavente
Benítez
Bernal
Bravo
Bueno
Bermejo.
C
Cabrera
Calvo
Camacho
Campo
Cantos
Carrasco
Carrillo
Carvajal
Castellanos.
D
Delgado
Diego
Díez
Díaz
Duque
Domínguez
Durán
Dorado
Duarte.
E
Enrique
Enríquez
Espejo
Esperanza
Espinosa
Escudero
Esteban.
F
Fajardo
Fernández
Ferrer
Ferrero
Figueroa
Flores
Fuentes
Fuertes.
G
Gálvez
García
Gato
Garzón
Gil
Gimeno
Giménez
Gómez
Granado
González
Gutiérrez.
H
Haro
Henríquez
Hernández
Heredia
Holgado
Herrera
Huerta
Hurtado.
I
Ibáñez
Israel
Izquierdo.
J
Jaén
Jiménez
Jimeno
Jorge
Juárez
Julián.
L
Lázaro
Leal
Lara
Larios
Leiva
León
Lima
Linares
Lobato
Lobo
López
Lorca
Lorenzo.
M
Madrid
Madrigal
Macías
Machado
Manuel
Márquez
Marchena
Marcos
Martínez
Marín.
N
Nájera
Navarro
Navas
Nieto
Núñez.
O
Ocampo
Ochoa
Olivos
Olmos
Oliva
Ordóñez
Olivares
Orellana
Ortega
Ortiz.
P
Pacheco
Padilla
Palma
Palomino
Pardo
Paredes
Pareja
Parra
Paz
Pascual
Pedraza
Pena
Pérez.
Q
Quirós
Quemada.
R
Ramírez
Ramos
Real
Rey
Reina
Ribera
Ricardo
Rivero
Robles
Roca
Rivas
Rodríguez
Ruiz.
S
Salgado
Salinas
Salas
Salazar
Salcedo
Salvador
Sánchez
Sancho
Serra
Serrano
Sierra
Silva.
T
Talavera
Toledo
Torre
Torres
Trigo.
U
Úbeda
Uría
Urrutia.
V
Valero
Valle
Vara
Varela
Vargas
Vázquez
Vega
Velázquez
Vera
Vergara
Villanueva
Vidal.
Z
Zalazar
Zaragoza
Zúñiga.
El propósito del listado de apellidos judíos es para que cada persona trate de buscar sus herencias sefardíes. La recopilación de los apellidos de esta lista proviene de diversas fuentes. Una de ellas viene de la compilación de Harry Stein en Lusaweb, en la que se reúnen investigaciones y estudios de genealogía portuguesa sefardita y española sefardita. Otra de las fuentes llega de la mano de Jeff Malka y OrthoHelp.com, en la que se refleja una mezcla de judíos con otros fuera de España y Portugal.
Hay otra fuente que viene gracias a B. Nahman, en la que se recoge un listado de las Familias del Reino de Toledo que salieron de España tras el decreto de expulsión de 1492. Por último, tenemos la fuente del listado y la compilación del rabino Haim Levi, presidente de la Federación Internacional de Judíos Mesiánicos.
Es muy importante aclarar que el hecho de tener un apellido sefardita no siempre es garantía de tener sangre judía. Muchos de los apellidos anteriores fueron adoptados por los judíos conversos que se quedaron en España, una práctica muy común a partir de 1492 entre los judíos que se quedaron en nuestro país.
Las conversiones forzadas y los estatutos de limpieza de la sangre de la época obligaron a muchos judíos a cambiar de nombre y apellidos para tratar de ocultar sus orígenes. Quiere esto decir que algunos de los apellidos que aparecen en la lista fueron adoptados por los judíos conversos y no son propiamente apellidos de origen sefardita.
Sin embargo, también es cierto que entre el listado ofrecido sí que existen apellidos que son típicamente sefarditas o que tienen un origen directo con el judaísmo. Algunos de ellos serían Levi, Cohen, Bar-Natán, Bar-David, Bar-Simón, Haim, Ben-Simón, Benjamín, Ben Amir y muchos más. También están aquellos otros apellidos que, sin tener un origen hebreo o judío, están tradicionalmente asociados a lo largo de la historia a familias sefarditas.