Bioparc Fuengirola, con motivo de la celebración de Halloween, ha realizado una recopilación de las radiografías realizadas en el último año por el equipo técnico, en las revisiones médicas del Leopardo de Sri Lanka, serval, armadillo, camaleones y flamencos, entre otros.
Cada uno de los animales que alberga Bioparc Fuengirola recibe numerosas atenciones que garantizan su bienestar y aseguran que su estado de salud sea el correcto. Entre estos trabajos, se encuentran los seguimientos médicos que realiza el equipo de Veterinaria del parque. Unos controles que, por supuesto, incluyen radiografías.
Este procedimiento diagnóstico permite a los expertos brindar una excelente atención médica. Al exponerlos a los rayos X, el equipo puede tomar fotografías de las partes óseas internas de los animales, comprobando la existencia de lesiones o enfermedades que a simple vista no podrían ser identificadas.
Rosa Martínez, veterinaria en Bioparc Fuengirola, ha explicado en un comunicado que "los animales considerados peligrosos para su manejo requieren de un proceso de anestesia previo a la toma de radiografías. Por ejemplo, un tigre de Sumatra no va a prestarse voluntariamente a la realización del estudio. Es necesaria una inmovilización previa, normalmente con anestesia general, para realizar estas pruebas diagnósticas".
Sin embargo, otros animales no necesitan de esta inmovilización química para hacerles radiografías. Es el caso de los armadillos. Con ellos basta con un manejo físico y una buena colaboración voluntaria por su parte.
"En ocasiones nos valemos de un proceso de entrenamiento previo que llamamos 'entrenamiento médico', en el que el animal recibe una recompensa si nos permite realizar estos estudios de manera voluntaria, sin sujeción física y sin anestesia", ha detallado.
Asimismo, han precisado que para la realización de todo procedimiento diagnóstico o manejo veterinario, el equipo de Bioparc Fuengirola se asegura de que los animales no sufran ningún tipo de estrés adicional al examen médico, rutinario o de urgencia. Y no solo los animales, también los veterinarios y los cuidadores están, en todo momento, protegidos con equipos de protección radiológica, que minimizan los efectos de los rayos x en el operador del equipo y en el propio paciente.