La provincia de Málaga es una de las grandes cunas del arte rupestre prehistórico de todo el Mediterráneo, acogiendo una red patrimonial que abarca desde el arte de los cazadores y recolectores del Paleolítico medio (65.000 a 45.000 años a.C); el Paleolítico superior (36.000 al 10.000 a.C); y el Neolítico (del 8.000 a 4.000 a. C.).
Dentro del Paleolítico medio (Neandertales) destacan en Málaga la Cueva de Ardales, La Pileta (Benaoján), Victoria (Rincón de la Victoria) o Nerja. El arte rupestre demuestra que el genio artístico del ser humano se remonta milenios, como demuestran estas cuevas.
En el Paleolítico superior han aflorado restos en el valle del río Guadiaro, en la zona más occidental de la provincia. Por otra parte, es muy rica en vestigios la cuenca del río Guadalhorce y la bahía de Málaga, rodeados por la Serranía de Ronda, Sierra de las Nieves, El Chorro, El Torcal y la Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama.
Dentro del Paleolítico son relevantes las cuevas del Tesoro (Rincón de la Victoria), Navarro IV (Málaga), Calamorro (Benalmádena), Gato (Benaoján), Pecho Redondo (Marbella), Las Suertes (Antequera) y Las Vacas (Jorox, Alozaina).
La magnitud de la obra gráfica conservada y el hecho de contener arte atribuido a los Neandertales, han convertido a la provincia "en la principal concentración artística paleolítica del Mediterráneo" y una de las más importantes del continente, según destacan desde la Diputación provincial.
Ya en el ámbito del Neolítico, la fertilidad de las tierras malagueñas provocó que existiesen una gran cantidad de aldeas en todo su territorio. Sus grafías esquemáticas, al igual que en el Paleolítico, se realizaban en roca utilizando pigmentos minerales y carbones. Aquí, la figura humana es más frecuente que la fauna.
En estas aldeas se fueron concentrando elementos culturales como abrigos pintados, dólmenes, alineamientos de piedras… Especialmente destacable es el Arte Megalítico que nos encontramos en los Dólmenes de Antequera, declarados Patrimonio de la Humanidad en 2016. También han dejado huella sus enterramientos en sistemas kársticos, depósitos funerarios o edificios creados expresamente para ello.
El Arte Rupestre Esquemático, realizado por estas sociedades campesinas del Neolítico y uso de los primeros metales, tienen un ejemplo destacado en los abrigos de las Peñas de Cabrera (Casabermeja).
No obstante, el Catálogo de la Junta de Andalucía de estos BIC es mucho más amplio incluyendo Alfarnatejo, Almogía, Álora, Alozaina, Antequera, Archidona, Ardales, Benalmádena, Benaoján, Campillos, Cañete la Real, Casabermeja, Casarabonela, Carratraca, Cártama, Gaucín, Málaga, Marbella, Mollina, Montejaque, Nerja, Periana, Rincón de la Victoria, Ronda, Teba y Villanueva del Rosario.