El grado de sofisticación y realismo con el que determinadas empresas se toman la publicidad de sus marcas alcanza niveles insospechados. O eso parece al ver el proceso de tuneado al que ha sido sometida una marquesina de autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) de Málaga capital.
La parada, localizada en la calle Hilera (que en unos meses será abierta en canal para la construcción del ramal del Metro al Civil), ofrece, a simple vista, la imagen de una especie de bar en el que tomar un Ballantine's, que es precisamente la marca que se publicita.
La intervención no se limita a mostrar el detalle del whisky en cuestión, con paneles que cubren por completo el techo y el resto de elementos de la instalación, sino que va más allá al incorporar tres pequeños barriles que aparentan portar el líquido en su interior. Los bidones de madera se encuentran justamente situados bajo los asientos en los que los pasajeros del autobús esperan la llegada del vehículo.
Este ejemplo pone de relieve el interés que estos elementos del mobiliario urbano tienen en el campo de la publicidad. Más aún si se tiene en cuenta que por su uso acaban generando un elevado impacto para decenas de personas que se acercan a la parada para hacer uso del transporte público.
Y con este fin se viene trabajando desde hace años en la utilización de las marquesinas de forma creativa. En algunos casos se exploran nuevas vías y recursos gráficos, en otros se le añaden funciones novedosas o utensilios extra, y en ocasiones, como puede decirse del caso de Málaga, se crea un espacio completamente nuevo y envolvente.