El histórico Casino de Ronda (Málaga) se convierte en Bien de Interés Cultural (BIC). Así lo ha acordado este martes el Consejo de Gobierno de Andalucía, que le ha otorgado al inmueble la máxima protección cultural posible, con la tipología de Sitio Histórico.
Entre las singularidades de este edificio, que data de mediados del siglo XIX, destaca que fue testigo de uno de los principales hitos del andalucismo: la Asamblea Regionalista de 1918, presidida por Blas Infante.
Fue en él donde el padre del andalucismo y representantes de las provincias de Sevilla, Granada, Málaga, Jaén, Córdoba y otras poblaciones andaluzas, acordaron los símbolos que en la actualidad perduran como las señas oficiales de la comunidad autónoma. Es decir, la bandera verde y blanca, el escudo con base en el de la ciudad de Cádiz (con la figura de Hércules sujetando dos leones ante las columnas), y el lema que aparece en el pie del escudo “Andalucía para sí, para España y la Humanidad”.
Además, en este encuentro se fijaron los programas que resumían, ordenaban y sistematizaban las ideas del andalucismo, de ahí su importante valor histórico. La celebración culminaba la fase de organización y consolidación del movimiento andalucista, la reivindicación política, anclada en la defensa de la identidad histórica y cultural de Andalucía, quedando pronto concretada en la reivindicación de una autonomía que debería ser construida a partir de los municipios y conforme al principio confederativo reflejado en el proyecto de Constitución de Antequera de 1883.
Desde el punto de vista artístico, el Casino de Ronda, construido en 1821 como casa solariega, fue el primer ejemplo de arquitectura modernista de Ronda, ciudad que posee el conjunto de edificios de este estilo más importante de la provincia de Málaga.
Antes de convertirse en casino fue sede de la audiencia de lo Criminal de Ronda, institución que existió entre 1883 y 1890. Y en 1899, tras una reforma a cargo del arquitecto Pedro Alonso Gutiérrez, fue adquirido por el Círculo de Artistas, siendo por ello identificado también como el Casino de Artistas.
La protección acordada incluye también la mesa de escritorio de estilo renacentista en torno a la cual se reunieron los representantes de la Asamblea Regionalista de 1918 y que sirvió como mesa presidencial para Blas Infante, compuesta por dos cuerpos laterales con
capacidad de tres cajones y que se conserva en una sala de la primera planta.