Pasar un buen rato junto a amigos o familiares, mientras uno hace ejercicio, es siempre una buena excusa de la naturaleza que esconde Málaga. Y aprovechando que hacer rutas se ha puesto muy de moda últimamente, desde EL ESPAÑOL de Málaga hemos recogido algunos parajes naturales singulares de la provincia.
Pico de la Concha
La Concha es una pequeña barrera montañosa con forma de valva. Se sitúa en las estribaciones de la Sierra de las Nieves, asomadas al Mar Mediterráneo y a escasos kilómetros de Marbella. El Pico de la Concha es un mirador único, desde el que, como si de unos prismáticos se tratase, se puede seguir la vida de Marbella desde las alturas y ver la costa de Marruecos. El otro lado muestra una sucesión de valles y montañas que se extienden hacia el interior.
Cortijo de Auta
La Fuente del Borbollón, que ya no es visitable porque ha sido cerrada, se llamaba así porque de ella brotaba el agua a borbollones, con el que drena la Sierra de los Tajos y abastece a Riogordo. De la época fenicia quedan unas tumbas a los pies de la Sierra del Rey, cerca del cortijo de Auta, levantado en terrenos de una villa romana.
Torre de Mollina
Está en la Sierra de la Camorra, en Mollina. Es un magnífico enclave de relieve suave y redondeado, cubierto de una espesa vegetación que esconde muchas cavidades. Uno de sus elementos más representativos es una torca de hundimiento, o depresión circular, con los bordes escarpados. Esta torca crea su propio microclima.
Puente de los Alemanes
El Cañón de las Buitreras, monumento natural, es la catedral de los barrancos. Está en el extremo oriental del Parque Natural de los Alcornocales, entre los municipios de Cortes de la Frontera y Benalauría. Las paredes en la Garganta de las Buitreras alcanzan los doscientos metros de profundidad, y el río Guadiaro ha ido tallando la roca, como si fuese el cincel de un agresivo escultor. Es de gran interés por el Puente de los Alemanes, construido sesenta metros sobre el barranco.
Bosque de quejigos y nevero
El municipio ecológico Parauta, en plena Serranía de Ronda, tiene el corazón dividido entre el cobrizo Valle del Genal y el Parque Natural Sierra de las Nieves. Una especie propia del bosque mediterráneo, el quejigo, se ha hecho fuerte en los parajes en los que se adentra este municipio, con ejemplares centenarios.
Águila de los Riscos
Cartajima y Júzcar comparten Los Riscos, un gran torcal joven que desarrolla formas evocadoras y estimulantes para la imaginación de los visitantes. Se articula en tres callejones principales, con numerosos pequeños desfiladeros, simas, grietas y formas curiosas que casi que podrían llamarse esculturas. La más significativa es El Águila, una roca con forma de ave rapaz oteando el horizonte.
Tajo del Molino
El Tajo del Molino es conocido, en Teba, como Tajo de Torró. Es un desfiladero de trazado ligeramente curvo que parece una obra de un ingeniero y no de la naturaleza. En el cañón hay muchas cuevas y cavidades, como consecuencia de la karstificación de las aguas del río de la Venta. Entre las cuevas, destaca la de las Palomas, que en su interior guarda restos arqueológicos y, al final del camino, están las ruinas de lo que fue un molino harinero.