La revista de viajes National Geographic ha publicado un ranking con 33 parajes naturales de España "imprescindibles" que hay que visitar al menos una vez en la vida. La provincia de Almería está entre ellas, con un paisaje muy conocido en el que se demuestra que no hace falta viajar muy lejos para disfrutar de lugares "de ensueño".
La lista de parajes naturales recoge la densa vegetación del norte, pero también las grandes dunas del sur, desiertos, playas, bosques y cascadas, el origen volcánico de las islas Canarias, la naturaleza mediterránea o las joyas escondidas en el interior de la península.
Una de las maravillas naturales que recoge el ranking de National Geographic está en Almería. Se trata del desierto de Tabernas, conocido por haber servido de escenario a numerosas películas de western durante la década de los 60 y 70.
Esta árida llanura compuesta de cárcavas, ramblas, torrenteras y taludes propias de los paisajes badlands se ubica al norte de la ciudad de Almería. Según explica la revista, también por ser uno de los mejores lugares de la zona para el avistamiento de aves.
Esta zona está protegida para que estos animales puedan refugiarse en él. Entre ellos se pueden ver el vencejo real, el solitario o la granjilla, además de algunos mamíferos como el zorro, el lirón o el conejo.
Zona única en Europa
Está considerado como la única zona desértica propiamente dicha de todo el continente europeo. El paraje ofrece una ingente y rica variedad de recursos ambientales de interés, especialmente geológicos.
Bajo un clima mediterráneo subárido, con precipitaciones que no alcazan los 250 mm anuales y temperaturas medias superiores a los 17° C, se han formado ramblas de tipo mediterráneo, las conocidas "bad lands" que dan forma a estepas de gramíneas, según explican desde Turismo Andalucía.
La singularidad de la flora del desierto almeriense la define la presencia de la crucífera Euzomodendron bourgaeanum (endemismo de Tabernas) y otras como Limoniun insignis o la parásita Cynomo rium coccineum.
Bajo el paisaje de cárcavas se esconde un museo natural a escala real, vivo y único en el contexto europeo por su interés para el estudio de los procesos erosivos y geológicos.
Es posible observar, todo un muestrario natural de formas, como microcráteres provocados por el impacto de gotas de lluvia, chimeneas de hadas, surcos o regueros, arrecifes fósiles y el majestuoso Cerro Alfaro.