No son estos los mejores días para sentarse en las terrazas de los chiringuitos del paseo marítimo de Pedregalejo. O sí. Más de un malagueño, saturado ya de día soleados, celebra la lluvia desayunando a pie de playa. Un café caliente, la mirada perdida en las olas, y una vaga reflexión sobre lo exquisitamente bello que es ver llover sobre la mar.
Fernando Iwasaki es un enamorado del sur. Cuando le entrevistó hace más de seis años Dani Ramírez le aseguró que "un jornalero andaluz vive infinitamente mejor que un burgués venezolano". Por eso él vive en el sur. El autor peruano vive y trabaja en Sevilla como profesor de la Universidad Loyola Andalucía. En una de las primeras conversaciones ya lo dejó caer. Le encanta Málaga y perderse por Pedregalejo.
"A mí me encanta todo Pedregalejo... fui tonto, porque en los años noventa tenía que haber invertido allí", se resigna. Pero, ¿qué tiene Miguelito el cariñoso para ser uno de sus refugios en la ciudad? El origen está en torno a esas décadas.
"Quienes me descubrieron Pedregalejo fueron dos cantaores flamencos. Fosforito y Naranjito de Triana tenían especial predilección por el Cabra". Ya, conocido el terreno, Iwasaki comenzó a caminar y a descubrir "sitios a cada cual más llamativo, y uno de ellos era Miguelito el cariñoso".
Fue el flamenco el que acercó a Iwasaki a este referente en Pedregalejo. En los años 90 organizaba certámenes de flamenco en varias ciudades de Andalucía y en aquel contexto acababa, en más de una ocasión, con cantaores o guitarristas comiendo: "Un flamenco joven de Sevilla, por decir algo, no conoce necesariamente Miguelito el cariñoso" y allí que se iba.
Recuerda Iwasaki que él ha conocido a Juanma Moreno o Elías Bendodo como concejales de Juventud de Málaga, esto es en torno a mediados de los 90, en el caso del actual presidente de la Junta, y principios del siglo en el caso del coordinador general del PP.
En las reuniones del escritor con los flamencos en Miguelito han pasado artistas como Virginia Gámez, cantaora malagueña, y gente, sobre todo de fuera de Málaga porque los locales "lo conocéis muy bien".
Desde el mismo nombre le inspiró ternura. ¿Qué es lo que le evoca a Iwasaki este chiringuito? "Lo primero Mafalda, es lo que se me vino a la cabeza: Mafalda y Miguelito con su cabeza de lechuga". Casualmente, a pocos metros se encuentra una de las hamburgueserías más tradicionales de la zona y que lleva el nombre de la protagonista de los dibujos de Quino. Miguelito y Mafalda siempre juntos.
Pero no es lo único: "Mi hermano se llama Miguel" y, claro, la referencia es inmediata. Sus hijas, quienes cada vez que visitan Málaga saben que el paso por Pedregalejo es obligado, también son habituales junto al autor en Miguelito el cariñoso.
Iwasaki valora "el cariño por la comida, que es fabulosa" de este referente de la zona. No obstante, es uno de los soletes que la Guía Repsol recomienda en Málaga. En esta publicación aparece referido como: "Uno de los pocos chiringuitos tradicionales que aún resiste en el barrio de Pedregalejo. Entrantes tradicionales, ricos pescados al espeto, arroces y mariscos. No hace falta más".
El escritor afirma que ha llevado a este rincón de Málaga a toda su familia. "Cada vez que mi padre venía de Perú yo me lo llevaba a un sitio diferente de Andalucía", afirma. Igual que ha estado en la Sierra de Huelva o en Almería, Iwasaki ha comido a pie de playa en Miguelito el cariñoso con su padre.
Y es que Fernando Iwasaki es un amante de Málaga. Hace apenas diez días estuvo como coorganizador de Verdial, el festival de las letras y la cultura iberoamericana.
Otros habituales de Miguelito el cariñoso
Son muchos los locales y foráneos que disfrutan de este chiringuito a pie de playa. Además de Fernando Iwasaki, los actores Alfonso Sánchez y Alberto López, conocidos como los compadres, lo tienen como uno de sus lugares favoritos: "Si estamos en Málaga siempre nos acercamos a Miguelito el cariñoso, a comernos unos espetitos y unas conchas finas", declararon en una entrevista la Guía Repsol.
Entre ellos, también está la periodista de EL ESPAÑOL Lorena G. Maldonado lo cita como una de sus visitas obligadas en verano. O el cantante Fran Perea: "Me gusta mucho Miguelito el cariñoso. Está muy bien para comer, de Pedregalejo de toda la vida".
También ha sido escenario de curiosas reuniones, como la que mantuvieron el Sherlock Holmes de la Policía, Jorge Colomar, con el falsificador Erik el belga. Relataba Brais Cedeira que ambos quedaban a comer frente a la arena, en Miguelito el cariñoso, en las playas de Pedregalejo. Y hablaban durante horas interminables sobre arte y sobre ladrones de arte.
En definitiva, Miguelito el cariñoso es uno más de los buenos restaurantes que jalonan el paseo marítimo de Pedregalejo. Actualmente cuenta con más de 2.000 reseñas en Google con una nota media de 4,3 estrellas.