Francisco Florido llegó a la presidencia del Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Málaga (ICOFMA) en 2014. Le tocó vivir una crisis en torno a 2015 con la bajada de ventas y precios y una subasta de medicamentos que dificultó la actividad a muchos de los colegiados. Aquello fue poca cosa para lo que le ha tocado vivir a él y a toda la profesión a partir de marzo de 2020.
La pandemia ha hecho que los farmacéuticos se hayan tenido que adaptar, como otras muchas profesiones, a una nueva realidad. Algo que desde el ICOFMA tienen claro; la digitalización de su sector es algo que es puro presente: la pandemia les ha obligado a dar un paso decidido.
Además, Florido ha sido presidente de la Unión Profesional Sanitaria de Málaga (UPROSAMA), una entidad que reúne a once colegios profesionales provinciales del ámbito sanitario, un punto de encuentro que permite tener un punto de encuentro entre diferentes especialistas. Coincidiendo con el Día Mundial del Farmacéutico, Francisco Florido atiende a EL ESPAÑOL de Málaga.
Aún en tiempos de pandemia, ¿cómo valora la función de la Farmacia?
En este sentido, sólo puede haber buenas palabras de gratitud. Sobre todo desde el comienzo, cuando había muy pocos medios de protección y mucha incertidumbre. Hay que recordar a los casi 30 profesionales relacionados con la Farmacia que han fallecido por la Covid-19. Esta situación, sin duda, nos ha puesto delante de la sociedad como una profesión sanitaria determinante, eso nos ha ayudado a reinventarnos en algunos aspectos.
Durante la pandemia se han ido poniendo en marcha muchos comportamientos y muchas formas de actuar. Algunas de estas se han ido perdiendo, pero otras muchas han venido para quedarse porque se ha constatado que la labor de la farmacia comunitaria es una labor que merece la pena tenerla en cuenta para dar un refuerzo al sistema público de salud.
No cabe duda de que hay muchos otros profesionales que han trabajado incansablemente. No puedo olvidarme de los analistas, en el caso concreto de Málaga hicieron un trabajo de colaboración tremendo el año pasado. Ellos hicieron test Covid a todos los trabajadores de farmacias. También los farmacéuticos de hospital. No hablo sólo de la distribución, que también ejercen una gran labor. En definitiva, nos podemos sentir orgullosos de la profesión.
¿Qué es eso que ha llegado para quedarse tras la pandemia?
La entrega de medicamentos a la población. En Andalucía se puso en marcha un programa colaboración con los servicios de Farmacia de los hospitales en todas las provincias. El servicio de Farmacia del hospital lleva los medicamentos a los pacientes a través de las farmacias. Es decir, no se lleva el medicamento a casa, pero sí se le acerca desde el hospital hasta su zona. Esto se inició en pleno confinamiento y está funcionando muy bien.
En la pandemia se ha visto cómo precisamente la distribución farmacéutica ha sido crucial: mascarillas, vacunas...
Claro, estamos colaborando todos sin pensar que algo nos beneficie más o menos económicamente. Por ejemplo, el caso de las vacunas. El caso de la distribución de la vacuna es un gran esfuerzo que está haciendo la distribución. Aquí en Málaga: almacenando, distribuyendo para su administración, las dos entregas gratuitas de mascarillas. Todo eso se ha hecho desde la distribución cooperativista de Bidafarma y las farmacias. Se ha hecho de forma automática y ágil a partir de la tarjeta sanitaria de cada paciente. Merece mucho la pena analizar y sentarse con la Administración para poner en valor la labor que se ha hecho y se está haciendo desde la Farmacia.
Nosotros nos ofrecemos a la Administración para que aproveche todas las farmacias: en Málaga hay 680, en el resto de España hay casi 22.500.
¿En qué sentido es importante la digitalización en la función farmacéutica?
Esa es otra de las cuestiones que la pandemia ha facilitado. Se habilitó el sistema para que durante un cierto tiempo una persona vulnerable, mayor o enferma, sólo con su DNI podía pedirle a la farmacia que le remitiera su medicación a domicilio. Eso ha remitido, pero se han puesto en marcha -de forma precipitada por la pandemia- otros mecanismos. Por ejemplo, la receta privada electrónica: los médicos de cualquier compañía de seguro médico podrán emitir de forma electrónica -a través de una aplicación- una receta a un paciente y este no tendrá que presentar físicamente nada, sólo una acreditación de estar asegurado. En general, los procesos electrónicos se han acelerado.
Fue reelegido en 2019, ¿cuáles son los grandes proyectos de futuro?
El principal, sin duda, es la nueva sede del ICOFMA en la avenida de Carlos Haya. Se trata de un edificio de nueva construcción que esperamos poder ver finalizado en los próximos 14 o 15 meses. Necesitábamos una nueva sede, la actual es de hace más de 60 años, es un piso con muchas limitaciones y deficiencias.
Y con los colegiados ¿en qué se está trabajando desde el ICOFMA?
Recientemente hemos presentado dos campañas en agosto. Es algo que esperamos verlas avanzar. Una de ellas es para potenciar el uso de la receta privada, queremos concienciar a la población de la necesidad -por la garantía del propio paciente- del uso de esa receta. Lo hicimos con la delegación provincial de Salud junto al Colegio de Médicos.
En Málaga hay un importante servicio privado de salud, por eso pedimos a los profesionales que hagan uso de la receta privada en el modelo oficial. Al paciente lo que pretendemos es que cuando llegue a la consulta y salga del hospital privado, que salga con su receta oficial que nos permite en las farmacias verificar que es válida.
La segunda iniciativa es la instalación de desfibriladores en las farmacias de Málaga. De momento estamos sólo en Málaga capital. El Ayuntamiento tenía un interés muy grande en que las farmacias fueran parte de esta zona cardioprotegida. Nosotros queremos ser puntos de referencia en ese sentido. Se está trabajando en esto para localizar a las que voluntariamente quieran formar parte del proyecto. Esto conlleva una formación y la instalación de los medios necesarios para la reanimación.
¿Cuál es la relación de los farmacéuticos con otros colegios profesionales del ramo?
Excelente, me atrevería a decir que inmejorable. Gracias, sobre todo, a la existencia de UPROSAMA, la asociación que aúna a once colegios profesionales de la rama sanitaria en la provincia de Málaga. Ahí tenemos un foro en el que compartimos y nos comunicamos continuamente. Yo he tenido el honor de presidir esta unión y he podido ver cómo se trabaja de forma conjunta. En Málaga empezó a funcionar en 2013 y estamos los colegios de Médicos, de Enfermería, de Podólogos, Fisioterapeutas, Veterinarios, Logopedas, Psicólogos, Dentistas, Dietistas-Nutricionistas, Ópticos y el ICOFMA.