El último informe de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica señala un aumento de la densidad poblacional de hembras de mosquito potencialmente transmisoras de virus del Nilo occidental en la estación de trampeo de Málaga, ubicada en la zona de la desembocadura del Guadalhorce.
En 2020, ocho personas murieron en Andalucía y 71 más resultaron contagiadas por un brote del virus del Nilo Occidental. Su principal fuente de trasmisión son las aves que, a su paso por sus rutas migratorias, infectan a los mosquitos que, a su vez, extienden el virus a los caballos o a las personas. El contagio entre los humanos puede generar una enfermedad mortal del sistema nervioso.
Con este precedente, la Junta de Andalucía activó hace semanas un sistema de control para detectar de forma temprana el aumento de la densidad de mosquitos transmisores y, en tales casos, promover acciones de vigilancia, control y comunicación para evitar su transmisión a humanos.
El seguimiento periódico de las poblaciones de vectores (mosquitos) mediante trampas situados en puntos estratégicos, permite conocer las distintas especies de mosquitos, la densidad poblacional y la detección de la presencia del virus del Nilo occidental en especies transmisoras como son Culex perexiguus, Culex pipiens, Culex modestus y Culex laticinctus.
La localización de los emplazamientos para las trampas se realiza en 27 municipios de Andalucía, bien por estar estos clasificados como áreas de riesgo alto o moderado bien para obtener información sobre el progreso del vector en territorios con niveles de riesgo inferiores.