El nombre de Pablo, un niño burgalés de dos años, acaparó los titulares de la prensa local en octubre de 2022. Estuvo a punto de morir por un grave problema respiratorio. Un grupo de sanitarios de Burgos, tirando de contactos con el Hospital 12 de Octubre, logró localizar en el Hospital Regional Universitario de Málaga a un equipo de especialistas que se trasladó a Burgos para salvarle la vida.
Gracias a aquella cooperación, hoy Pablo está vivo. Cristina Ducas, su madre, está ahora recogiendo firmas para pedir al Ministerio de Sanidad que todas las comunidades autónomas dispongan de un equipo ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea) o que, al menos, se desarrolle un protocolo de traslados pediátricos para evitar aquel mal trago que pasó toda la familia.
Para ello, ha utilizado la plataforma Change.org, donde ya acumula casi 30.000 firmas. En la petición, esta madre luchadora deja claro que su hijo “estuvo a punto de morir por un catarro que empeoró a gran velocidad”. “Los médicos nos dijeron que era cuestión de horas”, asevera.
Aquel catarro derivó en una bronquiolitis y más tarde en una atelectasia pulmonar. Aquellas catorce horas en las que un simple resfriado iba evolucionando fueron las peores de la vida de Cristina, que veía como su hijo Pablo se iba apagando poco a poco.
Gracias al sistema ECMO Pablo y otros niños, según relata, como Zoe, Elsa o Luca, pudieron salvarse. Según explica Cristina, se trata de una técnica salvavidas que puede proporcionar soporte cardiaco y pulmonar a pacientes críticamente enfermos. “El problema es que los equipos existen, pero no están disponibles para todos los niños de España. En Burgos, por ejemplo, cuando mi hijo entró en estado crítico, no había un equipo ECMO pediátrico a nuestra disposición ni se activó su desplazamiento”, explica.
Es por ello por lo que ahora pide al Ministerio de Sanidad que estos equipos estén en todas las comunidades autónomas y hace hincapié en que si su hijo está vivo es gracias a esos sanitarios que se coordinaron de forma totalmente voluntaria, recalca, a través de un grupo de WhatsApp.
“Se pagaron de su bolsillo el transporte para venir lo más rápido posible a Burgos. Este equipo médico realizó un esfuerzo heroico y altruista en un tiempo récord. Y le salvaron la vida. Pero otros niños no tienen esa suerte y fallecen en cuestión de horas”, señala. A la par que reconoce que la vida de un niño no puede depender de un acto heroico como aquel.
Según la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP), aproximadamente 200 niños necesitan el apoyo del sistema ECMO cada año en España. "Pero debido a las limitaciones geográficas y logísticas actuales, muchos niños no tienen acceso oportuno a este tratamiento vital", añade.