Bella Pajares, oncóloga, sobre el cáncer de mama: "el diagnóstico no sentencia, hay que luchar por curarse"
- La profesional del Hospital Universitario Virgen de la Victoria asegura que desde su unidad trabajan a diario para salvar a todas sus pacientes y tratan cada caso “con nombre y apellidos”.
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Los profesionales sanitarios del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga trabajan día a día para encontrar el mejor tratamiento para todas y cada una de las pacientes que diagnostican de cáncer de mama. Al año, en este complejo hospitalario y en el Costa del Sol, diagnostican alrededor de 1.000 casos al año.
En este sentido, Bella Pajares, oncóloga médica del hospital y responsable del proyecto 'Mueve Montañas', asegura que en el Clínico la gran mayoría de las pacientes diagnosticadas -ocho de cada diez- sobreviven a la enfermedad.
Por ello, en la celebración del Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama asegura que "el diagnóstico no es una sentencia, hay que luchar para curarse" y para aumentar el buen pronóstico, todos los casos los abordan de manera individualizada "con nombre y apellidos".
¿Cómo han evolucionado los casos de cáncer de mama en los últimos años?
El cáncer de mama es una enfermedad muy frecuente y gracias a todos los programas de detección precoz del cáncer de mama, la mayoría de los casos se cogen a tiempo porque se diagnostican en estadios iniciales. Entonces, se considera una enfermedad frecuente, ya que, según las estadísticas, una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama. Además, podemos decir que en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria entre ocho y nueve de cada diez mujeres se curan de esta enfermedad.
¿Cómo llegan a su consulta las pacientes?
Muchas de ellas entran directamente por el programa de detección precoz y no se han notado absolutamente nada. Otras acuden a su médico de familia porque han notado un bulto en la mama. En cuanto a los tratamientos, con los avances científicos y tecnológicos de los que disponemos aquí en Málaga, en el hospital y en la universidad, podemos identificar a aquellas pacientes que tienen menos riesgo de recaída, con lo cual los tratamientos serán más suaves y menos agresivos, adaptados a ese bajo riesgo y por el contrario, también identificar a pacientes con más riesgo de recaída.
Entonces, ¿personalizan el tratamiento de cada una de las pacientes?
En el comité de la Unidad de Mama del Hospital Clínico Universitario llevamos muchísimos años trabajando en pos de la salud de las mujeres. Participamos muchísimo profesionales, no solo oncólogos médicos. Hay oncólogos de radioterapia, cirujanos, médicos de anatomía patológica, el Servicio de Radiología, el Servicio de Medicina Nuclear, que nos ayuda en la detección de los ganglios y también participa el Servicio de Rehabilitación. Es una unidad muy completa, donde nos reunimos cada viernes con las ganas de curar a cada paciente con nombre y apellidos. Nos reunimos para comentar el caso de cada paciente de manera individual, analizando su tumor, su edad y las posibles enfermedades que tenga asociadas. De manera que ponemos toda la ilusión en que cada paciente sea tratada de una manera única.
"Hay pacientes del grupo de mal pronóstico que sienten que es una sentencia, pero no. Hay que luchar para curarse"
¿La evolución de la enfermedad dependerá del estadio y del tipo de cáncer de mama?
Sí, hay varios tipos de cáncer de mama. El 75% de los tumores suelen ser hormonales. Después hay tumores no hormonales y otros que se llaman HER2 positivo que sobreexpresan la proteína HER2. En este punto, es importante dar una un mensaje de confianza porque hay veces que pacientes que están en el grupo de los tumores de altísimo riesgo o de mal pronóstico sienten que eso es una sentencia. Entonces, nos gustaría quitar ese estigma y asegurar que no hay sentencia, hay que luchar por curarse.
¿Y la edad de las pacientes cuál suele ser?
Hay casos de mujeres muy jóvenes, con 30 o menos de 30 años, con cáncer de mama que también asistimos. Lo mismo sucede con las mujeres más mayores. La mayoría son de la edad del cribado y tienen entre 50 y 71 años.
¿Qué factores externos pueden influir en que una persona padezca cáncer de mama?
Entre el 90% y 95% de los casos de cáncer de mama va a tener un origen que se llama esporádico, es decir, factores desconocidos externos que afectan a individuos que están predispuestos. Aquí influye lo que comemos, la obesidad, la contaminación, el tabaco, el alcohol, cosas externas. Al mismo tiempo, también afectan infecciones y radiaciones ionizantes que pueden hacer que un individuo esté predispuesto bien por un perfil genético o bien porque su sistema inmunitario funcione peor.
Por otro lado, aproximadamente un 5% de los casos de cáncer de mama pueden tener de alguna manera un origen hereditario, es decir, mujeres que nazcan con una mutación, un error en el código genético, un fallo. Entonces son mujeres que lo que llevan es un incremento de riesgo a lo largo de la vida para desarrollar cáncer de mama desde que nacen. Es muy poco frecuente.
"La obesidad es un factor de riesgo del desarrollo de cáncer de mama y en ocasiones es un factor de mal pronóstico"
¿Una mala dieta puede influir en un diagnóstico?
Una dieta típica americana, rica en carnes, grasas, carnes procesadas, dulces, bollería, bebidas azucaradas y algunas grasas animales saturadas se asocia de alguna manera a un incremento del riesgo y no son dietas saludables. Por el contrario, la dieta mediterránea, que es una dieta rica en frutas, y verduras, en cereales integrales, se asocia a un menor riesgo de cáncer y de cáncer de mama. Esto es muy importante porque todo va a estar ligado a la obesidad y el sobrepeso. La obesidad es un factor de riesgo del desarrollo de cáncer de mama y en ocasiones es un factor de mal pronóstico.
¿La obesidad podría causar una futura recaída de la enfermedad?
Hay muchos estudios que muestran un aumento de riesgo de recaída y que también aseguran que existe un papel protector en el ejercicio físico. Dicen que hay muchísimas evidencias de que previene el desarrollo del cáncer de mama y mejora la supervivencia tras el diagnóstico de la enfermedad. Con lo cual la manera en la que vivimos es la manera en la que nos vamos a enfermar, por lo que es muy importante tener una vida lo más activa posible, lo más saludable posible y consumir una dieta mediterránea de verdad, donde lo que se comen son alimentos e intentar olvidar los productos envasados y plastificados, que no son alimentos.
"La manera en la que vive una persona influye en la manera en la que enferma"
En los diagnósticos, entran también en juego los autocuidados y las mamografías.
En todo es importante el diagnóstico precoz, pero también es importante que la población acuda al médico y autocuidarse. Al mismo tiempo que se dan cuenta de que la manera en la que vive influye en la manera en la que enferma.
A la hora de informar a la paciente, ¿qué proceso se lleva a cabo en el hospital?
En primer lugar, el cirujano le dice a la paciente que le ha visto un bulto o un nódulo y que es maligno. Entonces, el profesional le comunica a la paciente en esa consulta la decisión del comité que por las características de un tumor puede llevar a un tratamiento u otro. Por un lado, pueden decidir que deben operar al principio y después dar quimioterapia o, por otro lado, dar primero quimioterapia y después operar. En esos casos, los cirujanos mandan a las pacientes al servicio de Oncología Médica y empezamos con la quimioterapia directamente.
Aparte de su trabajo como oncóloga médica, también es la responsable del proyecto Mueve Montañas, ¿en qué consiste?
El proyecto Mueve Montañas es un proyecto basado en un programa de ejercicio físico, talleres de alimentación saludable y apoyo emocional para pacientes que han sido diagnosticados de un cáncer de mama. Lo llevamos aquí en el Hospital Clínico y lo desarrollamos en Barbarela. Van a los martes y los jueves por la tarde durante tres meses completos a hacer un programa de ejercicio físico aeróbico y de fuerza y resistencia.
Se complementa con unos talleres de alimentación saludable donde se tocan los temas más importantes relacionados con la dieta y el cáncer de mama. Por otro lado, de manera voluntaria, pueden acudir a unas sesiones de apoyo emocional con terapeutas para exponer todas aquellas preocupaciones que son muy comunes en las pacientes que están en un proceso oncológico como el tema de la inseguridad, la ansiedad y el miedo a la recaída.