Cuando uno se dirige a pasar un día de descanso en el pantano del Chorro, en Ardales (Málaga), se encuentra en la carretera señales de dirección a ‘La Isla’, un área recreativa en la zona 3 del embalse que nace como idea en los años 70.
Manuel García, vecino ardaleño, decide emigrar durante el verano a Cataluña buscando trabajo en sus playas. Concretamente, acude a Blanes, en Gerona, donde vivía su hermano Pedro y donde se encargan de gestionar las paradas de alquiler de hidropedales.
Fue durante estas temporadas en la Costa Brava donde García acogiera la idea de llevar el hidropedal a la playa de interior de Ardales, que puso en marcha en el año 1984, convirtiéndose en un pionero ya que nadie antes había llevado el hidropedal a ningún pantano español.
“Cuando se le ocurrió, comenzó a hablar con todo el mundo para conseguir que le concedieran el permiso para instalarlos puesto que la zona pertenece al Ayuntamiento de Ardales”, relata Encarna García, una de sus hijas.
El inicio, seis hidropedales
Todo comenzó con seis pequeños hidropedales. “Al final en aquellos años, es lo que podía permitirse para empezar”, señala su hija. Desde entonces, el negocio familiar ha ido prosperando año tras año. Lo que comenzaba siendo un juego de niños, tratando de ayudar a sus padres cada verano en el pantano, terminó siendo para dos de los hijos de Manuel un trabajo.
“Cuando quedaba poco para que mi padre se jubilara, habló con nosotros para ver qué queríamos a hacer porque estaba viendo que iba a tener que contratar a personal externo. Fue entonces cuando mi hermano y yo decidimos hacernos cargo del negocio junto a mi padre”, señala Encarna. Manuel falleció en 2005 y, desde entonces, su legado ha estado presente en los García y en el pantano del Chorro, que ya acumula casi una veintena de hidropedales, muchos de ellos con toboganes incorporados, y tablas de paddle surf y kayaks individuales y dobles.
La empresa trabaja dentro del Parque Ardales, por lo que comparten terreno con el propio Ayuntamiento. “Con todos los partidos que han pasado por el Ayuntamiento de Ardales no hemos tenido ningún problema”, explica. Además, ahora que les han otorgado la bandera azul en el pantano, mantienen una relación activa con el ayuntamiento y están “dispuestos a colaborar en todo lo que el Ayuntamiento demande”.
La pandemia y el cambio del turismo en El Chorro
Desde que comenzara la pandemia, Encarna y su familia han visto cómo el perfil del turista ha ido evolucionando. En 2019, El Chorro era el destino preferido de muchos extranjeros, aunque también lo visitaban muchos cordobeses, sevillanos e incluso los propios malagueños, que van a pasar el día. Sin embargo, el 2020 ha sido un año en el que sin los andaluces y los propios vecinos de Ardales habría sido difícil sobrevivir. “Muchos españoles apostaron por la playa de interior como destino de ocio porque algunos la desconocían”, explica Encarna. Desde que ha comenzado el verano, han empezado a ver algún que otro extranjero, lo cual es buena señal ante las expectativas que se planteaban para este verano.
Reconocen que el tema de las medidas de seguridad en un entorno al aire libre en el que la gente va en bañador y con el modo vacaciones activado, no ha sido un tema fácil. “Nos costaba mucho trabajo que los visitantes siguieran la norma de llevar mascarilla en exteriores cuando esta era obligatoria. Sin embargo, con hidrogeles y pantallas por todos lados lo hemos ido llevando bien”. Además, destacan la importancia de informar mucho acerca de los aforos, distancias de seguridad. “Hemos aconsejado mucho al cliente, es clave en los tiempos que corren”, recalcan.
¿Qué es 'La Isla'?
El embalse de El Chorro es una de las playas de interior que ha conseguido una bandera azul esta temporada en la que Málaga ha logrado un récord histórico de Banderas Azules (39 de las 137 otorgadas en toda Andalucía este 2021). Y no es para menos, ya que el entorno está a la altura de cualquier zona costera.
El pantano se divide por zonas, entre las que se encuentran algunas como la 3, que son aptas para el baño, siendo este, junto al pantano de La Viñuela los únicos que lo permiten en toda la provincia. En dicha zona podemos encontrar una zona recreativa llamada ‘La Isla’. Es una verdadera oferta turística low cost para familias y grupos de amigos.
La entrada, que cuesta tan solo 1,20 euros te permite acceder a una zona de baño del pantano dotada de servicios como baños, limpieza, barbacoas (en el período de temporada baja cuando estas pueden ser utilizadas por el bajo riesgo de incendios) y, también está disponible el alquiler de tumbonas (4 euros).
Una de las actividades más demandadas de ‘La Isla’ es el alquiler de hidropedales durante una hora. En el caso de los de cinco personas cuestan 30 euros y los de cuatro, 20. Si eres algo más atrevido o vas en pareja o solo, siempre puedes alquilar un kayak o una tabla de paddle surf, que también están disponibles en la amplia oferta de deportes acuáticos de la empresa.