El peso de Málaga en el recién nacido Gobierno andaluz crece. Quizás no en el número de nombres, pero sí en la carga simbólica de las responsabilidades que asumen los nuevos consejeros boquerones. Con Juan Manuel Moreno Bonilla repitiendo al frente del equipo, tiene especial protagonismo que la provincia recupere la Consejería de Turismo, Deportes y (añadido en esta nueva estructura) Cultura.
Podría decirse que con la 'asignación' de la superconsejería hace justicia con dos de las líneas estratégicas de la provincia malagueña. La turística, al representar el 40% de las pernoctaciones de la región; y la cultural, fiel exponente de alguno de los grandes espacios museísticos bajo gestión directa de la Administración andaluza, caso del Picasso y del Museo de Málaga.
A la cabeza de la misma ha sido designado Arturo Bernal, un no político especialmente apreciado y valorado en el sector. Hay que remontarse al año 2008 para encontrar otro consejero de Turismo malagueño, con Luciano Alonso como referente. A partir de ese momento, un consejero sevillano, con Javier Fernández, y otro gaditano, con Juan Marín.
Los antecedentes profesionales de Bernal están ligados íntimamente al turismo de la Costa del Sol y de Málaga capital. A él se le imputan algunos de las grandes innovaciones introducidas en la planificación desarrollada desde lo público, como la entrada en juego del BIG Data o la inteligencia artificial. Herramientas hoy plenamente implantadas.
"Es de las personas que mejor conoce el sector; muy respetado", aseguran fuentes consultadas por EL ESPAÑOL de Málaga. En esta misma línea, el concejal de Turismo de Málaga, Jacobo Florido, subraya el acierto de Moreno a la ahora de elegir a Bernal. "Es una gran elección; conoce el sector turístico y profesional como pocos", confirma. Aunque apostilla: "Ahora sólo le hace falta adaptarse al rol de político, que no es igual que el de técnico".
Justamente este papel profesional ha sido especialmente valorado por una de las grandes asociaciones empresariales de la Costa del Sol, la de los hoteleros. Y eso, de inicio, es un factor a favor de la apuesta de Moreno, de especial importancia en un periodo post Covid, en el que, según todas las previsiones, Andalucía va a recuperar las cifras récord de no hace mucho. En 2019, antes de la pandemia, la actividad turística generó unos 22.900 millones de euros en la región.
El nombramiento de Bernal tiene, además, una carga política añadida. Es históricamente una persona de plena confianza de Elías Bendodo. Lo fue en la etapa del ya exconsejero de Presidencia andaluz en el Ayuntamiento de Málaga y, posteriormente, cuando ocupó la Presidencia de la Diputación provincial.
Nacido en 1966, está casado y tiene cuatro hijos. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Málaga, Máster de Dirección y Administración de Empresas por el Instituto de Empresa-IE Business School de Madrid y por el Instituto Internacional de Empresa y Harvard Kennedy School.
En el campo privado trabajó en Siemens Matsushita Components, Hotel-Casino Torrequebrada, Banco Popular y Previsión Española de Seguros, entre otras entidades. En 1994 fue nombrado jefe de departamento en el Organismo Autónomo de Gestión Tributaria y, desde 2005, director general en el Ayuntamiento de Málaga. En 2011, Bendodo lo eligió para la Dirección General de Turismo y Planificación Costa del Sol.