Volkswagen sigue dando con cuentagotas los detalles del plan de recorte de gastos con el que responder al escándalo de la manipulación de sus emisiones. Ahora, desvela cómo será la reducción de inversiones de la enseña Volkswagen (VW), que rebajará en 1.000 millones de euros anuales.
No explica aún cómo se pondrá en marcha el programa y en qué medida afectará a cada fábrica. Tampoco si afectará a la factoría de Landaben (Navarra) donde produce el utilitario Polo para todo el mundo y donde cuenta con una plantilla de cerca de 5.000 trabajadores. También queda por saber qué pasará con el resto de las marcas del consorcio: Seat, Audi y Skoda.
El nuevo planteamiento de VW pasa por tres ejes: reorientación del diésel, replanteamiento de sus vehículos eléctricos y acelerar su plan de eficiencias y recorte de gastos.
En cuanto al diésel, el motivo de la crisis del grupo, asegura que, a partir de ahora y “lo antes posible” sólo va a instalar la tecnología que denomina de reducción catalítica selectiva (SCR) y AdBlue, tanto en Europa como en Estados Unidos. “Los vehículos diésel sólo van a estar equipados con un sistema de emisiones exhaustivo y con la mejor tecnología medioambiental”, asegura su consejero delegado Herbert Diess, a través de un comunicado.
La segunda pata de su nueva estrategia es el vehículo ‘verde’. VW va a acelerar su apuesta por los eléctricos con autonomía de hasta 300 kilómetros (casi 200 km menos de los que tiene, por ejemplo, un Tesla) y por el híbrido enchufable. Su nuevo Phaeton, la berlina de alta gama, será eléctrica y planea el desarrollo de una nueva plataforma para los modelos compactos de todas las marcas del consorcio alemán. El objetivo, aprovechar las sinergias en turismos y vehículos comerciales pequeños.
La tercera es el programa de eficiencias. “Sólo podemos implementar estas innovaciones si tenemos éxito con este programa”. Diess asegura que se está trabajando “a toda velocidad y en momentos difíciles”.
Soria, las fabricas españolas no peligran
Mientras, el ministro de Industria, José Manuel Soria, que este martes se ha reunido con los representantes de los trabajadores del grupo Volkswagen, asegura en una entrevista a Telemadrid que los directivos del grupo con los que ha hablado no sabían nada de la manipulación del software que medía las emisiones.
El ministro asegura que la intención de Volkswagen en mantener las inversiones comprometidas con España: 4.200 millones hasta 2019. Al contrario, según Soria, el máximo responsable del consorcio alemán, Matthias Müller, le ha comunicado su intención de dotar de mayor carga de trabajo a las fábricas españolas.
Por otro lado, el ministro indica que el Gobierno ha preguntado a la Abogacía del Estado si las ayudas recibidas por los vehículos de Volkswagen en el Plan PIVE deben ser devueltas o no, pero descarta "desde el primer momento" que sea el consumidor final el que tenga que devolver estos incentivos.
Y crea un grupo de trabajo con sindicatos
Pese a indicar que no peligran las inversiones, el Gobierno ha decidido crear junto a CCOO y UGT un grupo de coordinación y seguimiento del caso Volkswagen, en el que también estarán representadas las comunidades de Cataluña y Navarra, donde están las factorías de Volkswagen y de Seat. Esta última, en Martorell (Barcelona), que tiene pendiente recibir una inversión de 3.300 millones de euros.
Así lo ha anunciado el secretario general de UGT, Cándido Méndez, tras reunirse con José Manuel Soria y con la ministra de Empleo, Fátima Báñez.
Méndez ha avanzado, según Efe, que el Gobierno va a exigir al grupo alemán una campaña informativa "muy clara" para restituir la confianza de la gente, responsabilidades por lo sucedido entre los directivos y un plan de trabajo para España que en el "horizonte inmediato" debe pasar por el mantenimiento de las inversiones y del empleo y por asegurar en el "horizonte de 2019 la misma, como mínimo, carga de trabajo de la que disponen ambas factorías en nuestro país".