Cada coche que circula por la calle tuvo su prototipo previo, pero no todos los han acabado circulando por la calle. Y es que los ha habido muy, muy surrealistas. Y para muestra, un botón.
Ferrari 512S Modulo (1970)
Quizá su estética te recuerde a los ‘X-Wing de la saga ‘Star Wars’… cosas de los años 70, supongo. Pininfarina, su creador, se pasó de visionario si creyó que sus coetáneos viajarían a bordo de coches con diseños como este. Las puertas no son convencionales, sino correderas. Recientemente ha sido noticia al ser comprado por un millonario americano.
Honda Puyo (2007)
Un diseño así solo podría haber sido parido en Japón. No es su forma de casco lo único que hace peculiar este simpático modelo, sino que, además, brilla en la oscuridad, lleva una carrocería-gel de materiales suaves y se mueve con hidrógeno y pila de combustible.
Citroën Lacoste (2010)
Dos claves: sencillez y estética de pequeño buggy. Eso hizo del Citroën Lacoste un prototipo de lo más llamativo. Presentado en el Salón de París de 2010, salta a la vista que anticipaba lo que vendría a ser el Citroën C4 Cactus.
Lamborghini Egoista (2013)
Su apariencia no deja indiferente a nadie, y su nombre, menos aún. ¿Por qué egoísta? Pues porque lo es: Lamborghini creó este prototipo en 2013 como regalo a sí mismo y con una sola plaza en el interior. Por lo demás, ángulos por todas partes al más puro estilo de la firma del toro.
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