Mercedes-AMG E63, una auténtica bestia con más de 600 CV
Mercedes-Benz acaba de presentar su última creación, una máquina absolutamente demencial que llegará a principios de 2017 con la intención de convertirse en una de las berlinas de referencia en el mundo de las altas prestaciones.
El susodicho es ni más ni menos que el nuevo Mercedes-AMG E63, la variante más bruta de la actual Clase E, que aún no contaba con ninguna variante AMG con un propulsor V8 bajo el capó. La incorporación del E63 en sus dos versiones -E63 y E63 S- llega para completar de esta manera la gama deportiva del modelo, iniciada con el E43 que se lanzó meses atrás.
El nuevo E63 ofrece, por supuesto, una estética acorde a los cánones de AMG, que suele dotar a sus modelos de una imagen agresiva y dinámica. Este nuevo E63 no es una excepción, ya que la carrocería ha sufrido diversas modificaciones entre las que se incluyen nuevos paragolpes con entradas de aire y molduras más prominentes, llantas de aleación específicas, nuevos colores para la carrocería, un sistema de escape cuádruple o unas aletas más voluminosas.
En el interior, los cambios son también evidentes, aunque no llegan a ser tan profundos como en la carrocería. Destacan los asientos, con las formas necesariamente más marcadas con el fin de ofrecer una mejor sujeción a los ocupantes, así como las molduras en fibra de carbono, los cinturones de seguridad en color rojo o las grafías y menús específicos en la instrumentación digital.
Mecánicamente del nuevo E63 es una auténtica bestia, que automáticamente se convierte, al menos de momento -no sabemos hasta donde llegará la escalada de potencia en esta lucha con sus competidores- en la referencia absoluta.
Bajo el capó se encuentra el mismo 4.0 V8 Biturbo que ya montan modelos como el AMG GT o el C63, también con dos niveles de potencia y deportividad. La versión de entrada ofrece 571 CV y 750 NM, suficientes para acelerar de 0 a 100 km/h en 3.5 segundos. Si el cliente quiere aún más leña, AMG ha preparado el E63 S, con, atención, 612 CV y 850 NM, convirtiéndose así en el primer Clase E de la historia en superar los 600 CV de potencia.
El E63 S acelera de 0 a 100 km/h en 3.4 segundos, alcanzando una velocidad máxima limitada a 300 km/h. Ambas opciones mecánicas están asociadas a la misma caja de cambios automática AMG Speedshift de doble embrague y 9 velocidades, así como a un sistema de tracción total 4Matic+.
No faltan por supuesto detalles como los frenos carbocerámicos, un diferencial electrónico activo, amortiguación pilotada o, en el caso del E63 S, un Drift Mode, que transforma a esta berlina de casi 5 metros en una máquina de derrapaje, transmitiendo los 612 CV a las ruedas traseras.