Motor

Ford tiene saboteadores en su planta de Valencia para mejorar los controles de calidad

17 noviembre, 2016 18:13

Puede sonar extraño que la propia Ford tenga gente en su fábrica al cargo de intentar sabotear la línea de producción. Una especie de "gremlin" que con sus pequeños actos malvados, ayuda a mejorar la calidad y la productividad de las líneas de producción.  Se trata de un sistema que utiliza la fábrica de Ford en Valencia, y a esto se le denomina prueba gremlin, que consiste en trabajar en secreto para insertar piezas equivocadas o incompletas. En esta planta se fabrican importantes modelos como el Ford Mondeo, el Kuga, el Galaxy y el Ford S-Max.

El objetivo no es otro que comprobar que los procesos de calidad funcionan. Y es que si dejamos a un lado a estos saboteadores, en los procesos de fabricación siempre se puede cometer algún error. Los verificadores se encargan de que ninguno de estos errores se escape y sea corregido a tiempo. Aquí radica la finalidad de las pruebas gremlins, hacer que esas pruebas de calidad sean efectivas.

Uno de esos sistemas de comprobación son unas cámaras fotográficas que toman una imagen de cada pieza y componente para comprobar que es la que corresponde montar en determinado vehículo.

Habitualmente en cualquier fábrica de coches hay diferentes pruebas y análisis en todas las fases de la línea de producción. Unas son sobre un componente, una parte del coche o el completo proceso de producción. Ford y su sistema de visión se encargan de comprobar el correcto ensamblaje de todos y cada uno de los 330.000 motores y los 400.000 coches que cada año se producen allí en Valencia. 

Como dato curioso, según Ford su sistema hace un total de mil millones de fotografías en 15 días. Este nivel es el mismo al que crecen las fotografías que suben los usuarios de Instagram en Europa. Muchas otras marcas también emplean este sistema, lo cual se entiende debido al nivel de complejidad y automatización que hay en las fábricas modernas. Es un sistema muy efectivo para comprobar la calidad de la producción, más allá de otras herramientas como mediciones con láser o el uso de ultrasonidos. 

Ford usa estas pruebas trampa en 34 procesos de su línea de producción. Esto es crucial en una fábrica de donde sale un coche cada 40 segundos, como es el caso, y más si se producen diferentes modelos, pues en Valencia hacen hasta 7 diferentes de la gama Ford. El éxito de este tipo de pruebas debe ser tan bueno que en Ford están estudiando implantarlo en el resto de fábricas.