El Outback es uno de los modelos más populares de la firma japonesa Subaru. El crossover nipón lleva décadas y décadas ocupando los garajes de medio mundo, especialmente en mercados como el japonés o el americano, donde este tipo de vehículos disfrutan de una gran aceptación.
Subaru ha decidido aprovechar la celebración del Salón de Nueva York para lanzar una nueva versión del Outback, una renovación relativamente profunda que, no obstante, no modifica en profundidad ni la plataforma ni el chasis. Es en otros terrenos, como el tecnológico o el estético, donde el nuevo Outback mejora sustancialmente.
El Outback 2018, del que aún falta bastante tiempo para que llegue a nuestro mercado, disfruta de un aspecto exterior más atractivo, con un frontal más afilado y unas líneas generales más marcadas. Se estrenan también nuevos colores para la carrocería y nuevos diseños para las llantas de aleación.
En el interior los cambios son, por contra, más que evidentes. La marca ha decidido rediseñar por completo el habitáculo del familiar más campero de su gama, instalando un nuevo salpicadero más atractivo a la vista y, por lo que parece, mejor construido. Se mantiene, no obstante, la sensación de practicidad y ergonomía común a cualquier Subaru.
La tecnología a bordo es más avanzada que nunca. Destaca la presencia de un nuevo sistema multimedia con pantalla táctil que, además, cuenta con conectividad Apple CarPlay y Android Auto. El volante y el cuadro de instrumentos también se han renovado, así como los materiales de revestimiento, con los que Subaru pretende atraer a un público más exigente.
Mecánicamente no parece que vaya a haber cambios de relevancia. Se mantiene, como es lógico, el sistema de tracción integral "Symmetrical AWD". En cuanto a motores, las diferencias entre la gama americana y la europea son notables, por lo que se espera que en nuestro país el Outback monte el ya conocido propulsor diésel 2.0 con 150 CV, así como el recién estrenado 1.4 Turbo de 170 CV que ya monta el Levorg.