El 308 es uno de los productos más importantes de la actual gama de vehículos de Peugeot, que cuenta con un valor seguro en el compacto francés gracias a una segunda generación mucho más madura y atractiva que las anteriores, lo que le ha supuesto unas cifras de ventas muy favorables.
Tras unos años a la venta, la tecnología del 308 comenzaba a quedarse rezagada respecto a la de sus rivales más modernos, así que la marca del león se ha lanzado a renovar, mediante una profunda actualización, a su propuesta para el segmento C, que mantiene las dos carrocerías que estaban disponibles hasta el momento, la compacta de cinco puertas y la familiar.
Estéticamente serán pocas las diferencias, ya que el compacto francés no ha acusado el paso del tiempo en exceso gracias a un diseño muy acertado ya desde el primer momento. Aún así, el frontal mejora con la llegada de una parrilla más grande y vertical, al estilo de la del 3008 y un nuevo paragolpes. Se espera también que los grupos ópticos, tanto delanteros como traseros, actualicen su diseño interior.
La marca no ha facilitado ninguna imagen del habitáculo, aunque Peugeot ha afirmado que se ha mejorado el sistema de infoentretenimiento con una actualización que, a partir de ahora, permitirá disfrutar de funcionalidades como el sistema Mirror Screen, un control por voz más avanzado e información de tráfico en tiempo real.
Mecánicamente sí hay cambios relevantes, empezando por la llegada de un nuevo motor diésel BlueHDi, evolución del actual 1.6 BlueHDi de 120 CV, que mejora su rendimiento pasando a ofrecer 130 CV. Adaptado ya a las condiciones de homologación de la norma Euro 6c, este propulsor será una de las estrellas de la gama.
Además, Peugeot instalará una nueva caja de cambios automática en las versiones 2.0 BlueHDi de 180 CV, sustituyendo la actual transmisión de 6 velocidades por una de 8 relaciones, también fabricada por Aisin, y también con convertidor de par. El motor 1.2 PureTech de 130 CV recibe una nueva transmisión manual con un mejor tacto.