La alemana Volkswagen vive un nuevo episodio de su inacabable historia del escándalo de las emisiones contaminantes de sus motores diésel TDI, esta vez en su país natal. El dieselgate le ha costado al gigante alemán miles de millones de euros, así como una importante pérdida de consistencia en términos de imagen.
Sin embargo, al menos en Europa, las consecuencias habían sido menores que en otras regiones como Estados Unidos, donde Volkswagen ha tenido que acatar una de las mayores multas de la historia, llevando a cabo además una gigante campaña de recompra de vehículos afectados.
Recordemos que son varias las marcas afectadas por este escándalo, ya que además de Volkswagen, encontramos SEAT, Audi, Porsche y Skoda entre las firmas que han comercializado algún modelo equipado con un motor programado de forma fraudulenta para superar las pruebas de emisiones contaminantes.
Ahora Volkswagen ha aceptado una condena procedente de Alemania, mediante la cual recomprará dos unidades afectadas a dos particulares que denunciaron a la marca por fraude. Volkswagen no interpondrá recurso, ya que afirma que el coste de la recompra en términos económicos es muy pequeño. No se habla, no obstante, del coste en términos de imagen.
El gigante automovilístico sigue afirmando que, al menos en Europa, no ha infringido ninguna ley, por lo que no está obligada a indemnizar a los usuarios afectados de ninguna manera. De todas formas, Volkswagen se encuentra inmersa en una gigantesca campaña de rectificación técnica, mediante la cual los usuarios ven solucionado el problema de forma gratuita, campaña que se presupone finalizada para diciembre de este mismo año.