Las ayudas para la adquisición de vehículos eléctricos e híbridos enchufables son, a día de hoy, muy necesarias dentro de nuestro mercado. Debido a su alto precio de venta, el público general aún apuesta de forma generalizada por los vehículos con motores de combustión, haciendo que las ventas de vehículos híbridos enchufables y eléctricos sean, de momento, testimoniales.
En un contexto de salida de la crisis y recuperación económica, la administración ha lanzado en los últimos años varios planes para incentivar la adquisición de vehículos nuevos. Son los llamados Plan PIVE, con una dotación económica que, en la última edición ha alcanzado los 225 millones de euros.
Si hablamos de vehículos de corte ecológico, los planes de ayuda a la adquisición por parte de la administración se han limitado a los MOVEA, incentivos que, de forma individual, suponen una ayuda sensiblemente superior a la del PIVE, pero que, en total, tienen un presupuesto muy inferior.
El último plan MOVEA, el MOVEA 2017, vio la luz a finales del mes de junio, después de que el Gobierno anunciase la llegada de un nuevo plan de incentivos a la compra de vehículos ecológicos, dotándolo de un presupuesto de 14.26 millones de euros, una cantidad muy inferior a los 225 millones de euros del último PIVE.
El resultado ha sido el que ya se esperaba por parte de los fabricantes, que han visto como el presupuesto se ha agotado en menos de 48 horas. Y es que desde la apertura de las tramitaciones online el pasado 3 de agosto, las solicitudes han llegado en forma de avalancha, terminando con el escaso presupuesto en cuestión de horas.
El sector se queja de la poca cantidad disponible, argumentando además el aumento de ventas siempre que la administración lanza un plan de incentivos a la compra. El Gobierno ha presupuestado otros 50 millones de euros para un nuevo plan de ayudas que aunará al PIVE y al MOVEA, centrándose en los vehículos más ecológicos, plan que llegará a finales de año como muy pronto.