¿Por qué 2025 será el año más importante para el automóvil en España de las últimas décadas?

El próximo año 2025 se está subrayado en rojo en la industria del automóvil en España. Es una fecha clave para que la automoción pueda respirar con cierta tranquilidad para una década más.

Y decimos que es 2025 puesto que es en este año cuando se materializarán numerosos proyectos del Grupo Volkswagen y Seat; también de Renault y del Grupo Stellantis, entre otros fabricantes, en nuestro país.

Grupo Volkswagen | Seat | Cupra

El presidente de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, junto al prototipo que anticipa el futuro eléctrico.

El Grupo Volkswagen con Seat y Cupra como principales representantes en España es uno de los fabricantes que tiene el año 2025 (y también 2026) como uno de sus principales objetivos. Entre otras razones porque estos son los años en los que comenzarán a fabricar coches eléctricos, por primera vez, en las plantas de Martorell y Landaben.

Estos coches eléctricos, en principio, se fabricarían en Martorell los de mayor enfoque urbano y en Landaben los de orientación SUV. Por ello el próximo Cupra eléctrico de pequeño tamaño se fabricará en las líneas del Seat Ibiza y Seat Arona. Y si finalmente el Volkswagen ID.2 tiene un aspecto de tipo SUV o crossover como el prototipo ID.Life pues se fabricaría en la planta de Landaben.

Este proyecto supone, por tanto, la electrificación de las líneas de ambas plantas. Un trabajo que se tiene que realizar de aquí a 2025 para que por aquel entonces puedan sustituirse los actuales Seat Ibiza, Seat Arona, Volkswagen Polo y Volkswagen T-Cross por los futuros eléctricos.

También muy cercano a 2025 (en concreto en 2026) el Grupo Volkswagen inaugurará la nueva fábrica de baterías, que precisamente debería fabricar las celdas que alimentarán a los pequeños eléctricos. Es la primera fábrica de baterías que se instala en España. Y no debería ser la última, puesto que directivos como Francisco Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp, ha señalado que España debería tener hasta tres gigafactorías como la de Sagunto.

Grupo Stellantis

Opel Corsa-e. José Luis Cano

El Grupo Stellantis (que engloba a marcas tan importantes como Peugeot, Citroën o Fiat, entre otras, y es el primer fabricante en España de vehículos) tiene un horizonte en el calendario algo más cercano. En concreto será 2023 cuando esta compañía debería recibir nuevos modelos.

De ahí que, para conseguirlo, sea precisamente una de sus plantas (la de Zaragoza) la que encabece la apuesta por el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado convocado por el Gobierno de España. En concreto, lo que busca Stellantis es un proyecto de 223 millones de euros de inversión para el desarrollo de las tecnologías que posibiliten la fabricación de nuevos modelos con versiones eléctricas en la planta a partir de 2023.

En este sentido, en la planta de Zaragoza ya se fabrica el Opel Corsa-e, la versión eléctrica del Opel Corsa; si bien se prevé que pudieran llegar nuevos modelos una vez que acabe el ciclo de vida comercial del Opel Crossland y el Citroën C3 Aircross.

También las fábricas de Vigo y Madrid de Stellantis optan a otros proyectos (con 43 millones de euros de inversión) como el impulso de la nueva generación de vehículos eléctricos que se ensamblan en sendas factorías, la implantación de un nuevo taller de baterías en Vigo, la reutilización del agua industrial o la reducción del consumo de energía.

Renault

Renault Austral.

El último constructor que tiene el año 2025 como un horizonte clave en su calendario es Renault. Entre otras razones porque para entonces espera que finalice la creación de un ecosistema industrial centrado en la fabricación de vehículos eléctricos.

Se trata de un proyecto al que se han unido 50 empresas y que gira en torno a la descarbonización y la mejora de la conectividad y la movilidad en el sector. Si finalmente el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo aprueba la propuesta de Renault para la convocatoria del PERTE se pondrá en marcha para acabar en 2025.

Las iniciativas que conforman el proyecto se estructuran en torno a tres ejes: descarbonización, conectividad y movilidad como servicio.

En el ámbito de la descarbonización, se incluyen iniciativas relacionadas con el hidrógeno o los combustibles neutros en carbono. En lo que se refiere a la conectividad se abordarán diferentes iniciativas relacionadas con la digitalización, la ciberseguridad o el desarrollo de las plataformas electrónicas de los vehículos. En cuanto al eje de la movilidad como servicio, se desarrollarán nuevas tecnologías que permitan dotar a los vehículos de innovadoras funcionalidades.

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