¿Cómo afecta la subida de la energía que estamos viviendo los consumidores a una gran fábrica de coches? Es la pregunta que hemos hecho a la industria del automóvil. Y lo cierto es que nos hemos quedado sorprendidos con la respuesta.

De una factura de la electricidad de entre el 5% y el 10% del coste total, hemos pasado al 25% o un 30%. Quién apunta estos datos es uno de los responsables de la planta de Zaragoza del Grupo Stellantis. Una fábrica que produce el histórico Opel Corsa y el Citroën C3 Aircross y Opel Crossland, entre otros modelos.

Esta planta, anteriormente a la crisis de los semiconductores, tenía capacidad para fabricar cerca de 500.00 coches al año. Ahora, sin embargo, para este año se esperan producir cerca de 330.000 coches, una cifra muy similar a la del año anterior.

A esta incertidumbre por los chips que según sus responsables prevén que se vaya solucionando; se suma ahora el coste de la energía. Un coste fijo que anteriormente se podía pensar que no afectaba enormemente a la cuenta de resultados, pero que desde que en Europa el precio de la energía es tan alto ha cambiado mucho el balance de las empresas.

Un auge del precio de la energía que ha acelerado si cabe que los fabricantes busquen cada vez más ser sostenibles. Por ello, cuando hablamos de las cero emisiones, no solo nos referimos a que los coches sean eléctricos; sino que también la fabricación de los mismos sea también sostenible; que se produzca con energía renovable la energía que se consume, prevaleciendo así el autoconsumo.

Sol y viento, claves en Stellantis Zaragoza

Y en este sentido, un buen ejemplo de ello es la fábrica de Zaragoza de Stellantis, primer fabricante de coches en España. Esta fábrica se ha propuesto que el 80% de la energía que se demandará a finales de 2023 provenga de fuentes renovables.

Para conseguirlo ya contaba con una enorme extensión de terreno con 20.000 paneles fotovoltaicos capaces de generar cerca de 16,6 MW (megavatios), lo que supone el 20% de la demanda actual de la fábrica y dejar de emitir 4.000 toneladas de CO2 o plantar 25.000 árboles.

Pues bien, a este espacio de producción de energía renovable, se suma ahora, para finales de 2022, una mayor capacidad de producción fotovoltaica con otra nueva área de paneles solares que producirá 14 MW adicionales. En total, serían -cuando se inaugure la nueva instalación- cerca de 30,6 MW de energía fotovoltaica.

A ello se sumará, para finales de 2023, la instalación de cuatro aerogeneradores (dos de 5,7 MW y otros dos de 7 MW) que, una vez instalados, podrán generar cerca de 25,4 MW. Son cuatro molinos que tienen que estar situados a 180 y 200 metros de altura y que en la actualidad están en proceso de estudio ya que la fábrica está relativamente cerca de unas instalaciones aeroportuarias y tienen que comprobar que no interfieren en el operativo del día a día.

Cuando toda la producción fotovoltaica y eólica esté a pleno rendimiento (finales de 2023) la planta de Zaragoza producirá más de 50 MW, lo que supone que el 80% de la energía que necesita la fábrica procederá de fuentes renovables.

"Esto nos permite convertirnos en la fábrica de coches más sostenible de España", afirma Manuel Munárriz, director de Stellantis en Zaragoza, ante un encuentro con los medios en los que ha estado presente EL ESPAÑOL.

Una inversión que ha tenido un coste de 40 millones de euros y que se ha realizado en cooperación con la compañía Prosolia Energy, que estima una amortización de unos 15 años.

¿Y qué ocurre cuando no hay luz o no sopla el viento?

Esta es la pregunta que realizamos a los responsables de la planta. Es decir, ¿cómo pueden decir que quieren hacer una planta sostenible si no siempre hay sol ni sopla el viento? “En este sentido, lo que nos estamos planteando es conseguir el 20% restante que nos falta por medio del almacenaje”, afirma Munárriz.

Este es, por tanto, uno de los proyectos en los que está trabajando la planta de Stellantis en Zaragoza. Estaríamos hablando, por tanto, de instalar unas enormes baterías en la planta que fueran capaces de almacenar alrededor de 12 MW que necesitan para que la fábrica funcione solo con sostenibles.

De esta manera, el excedente que pudiera generar la fábrica quedaría guardado en estas baterías gigantes para alimentar la planta en los momentos en los que no se produce energía. Y así es cómo conseguiría que la planta fuera 100% neutral, tal y como señala Ignacio Cortés, el coordinador de energía del Grupo Stellantis. Algo que los directivos de la planta están convencidos de que lo conseguirán incluso antes de los objetivos del grupo Stellantis, que están fijados para 2030.

Esto, a su vez, evitaría estar generando electricidad por medio del gas como sí ocurre ahora, volviéndose más independientes ante tensiones geopoliíticas como está ocurriendo ahora con la Guerra en Ucrania.

A la espera de nuevos modelos

Si bien la principal noticia de esta semana de la planta era la nueva apuesta por las energías sostenibles; los responsables de la misma han señalado que la decisión por la llegada de nuevos modelos “se resolverá pronto y también definirá el futuro de la planta”.

Estas palabras fueron la respuesta de los directivos de la factoría ante la posible llegada de la versión 100% eléctrica del Peugeot 208 y el inicio de la fabricación del Lancia Ypsilon, también eléctrico.

Lo que faltaría por comunicar es a la línea de producción que iría, ya que actualmente solo la línea 2 (la que produce el Corsa) está electrificada. La línea 1 (la del Crossland y Citroën C3 Aircross) no está electrificada, si bien sí se podría actualizar en torno a 2023, que es cuando finalizará el ciclo comercial de estos modelos, aproximadamente.

Lo que no será tan inmediato (es probable que hasta 2024 no se tome una decisión) es la llegada de las nuevas plataformas del Grupo Stellantis (STLA Small o STLA Medium).

Se trataría de las estructuras de la nueva generación de eléctricos del grupo, que tendrán autonomías de entre 500 y 700 kilómetros respectivamente. Aquí una vez más habría que decidir a qué línea iría la plataforma de nueva generación.

Taller de baterías

Y por último, otro aspecto muy interesante e importante de esta planta de Stellantis es el taller de baterías que apenas lleva en funcionamiento algo más de año y miedo y que, desde entonces, han ensamblado 57.000 baterías.

A este taller llegan las celdas del proveedor CATL procedentes de China y aquí se ensamblan. En total, son cerca de 100 empleados que trabajan a dos turnos y que están fabricando unas 270 baterías al día.

Estas baterías tienen actualmente 50 kWh de capacidad y son distribuidas al Opel Corsa-e, Citroën ë-C4 y el futuro Citroën e-C4 X (el primero en Figueruelas y los otros dos en Madrid). Precisamente a Zaragoza llegan en barco desde China y a Madrid se distribuyen ya montadas en camiones (cada una pesa unos 350 kilos). El número de camiones es de entre dos y cuatro al día.

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